Antes de entrar en detalle sobre tema título del artículo, explicaré brevemente qué es el Balón de Oro y cómo surgió, como una pequeña introducción para aquellos fanáticos “light” del futbol o que son nuevos en estos temas.
El Balón de Oro es un premio que fue creado en el año 1956 por la revista France Football para reconocer al mejor futbolista europeo del año, pero con el paso del tiempo se fue expandiendo a otras nacionalidades. El Balón de Oro es, junto al FIFA World Player (con el que se fusionó desde 2010 hasta el 2015), el premio individual más importante del planeta futbolístico.
Ahora bien, ¿cómo se elige el ganador del Balón de Oro? Inicialmente, la redacción de la revista (France Football) nomina a 30 jugadores como los precandidatos al Balón de Oro. Luego, un jurado formado por 176 periodistas, cada uno proveniente de un país distinto, vota por 5 jugadores de entre los 30 precandidatos en forma de ranking: El primero por el que vota cada periodista suma seis puntos, el segundo, suma cuatro, el tercero, tres puntos, el cuarto seleccionado, dos y el quinto, solo un punto. Los tres jugadores más votados son los elegidos para formar el trío de candidatos al premio y, como se pueden imaginar, el jugador que haya sumado más votos es elegido como el Balón de Oro de ese año.
France Football establece unos ciertos criterios que deben tener presente los jurados a la hora de votar y aquí es donde se empieza a volver interesante este tema ya que la revista pide que se considere el rendimiento individual y colectivo de los precandidatos, su talento, el fair play y la trayectoria del futbolista. De acuerdo con estos criterios, además de ser un jugador con un rendimiento individual excepcional durante el año, con un comportamiento limpio en el campo, el ganador del Balón de Oro debe usar eso en favor del equipo, es decir, se debe ver reflejada su influencia en forma de éxitos colectivos, teniendo en cuenta que un éxito colectivo no tiene por qué ser un título ya que depende del equipo en el que esté el jugador.
Cabe mencionar que resulta un poco contradictorio hablar de premios individuales en un deporte colectivo, en especial, premios basados en aspectos que no son estadísticos como los goles, asistencias o goles recibidos como la Bota de Oro, por citar un ejemplo. En el deporte americano (NFL, MLB, NBA, etc), se hace un seguimiento exhaustivo de las estadísticas y esto permite seleccionar de una forma un poco más “justa” al mejor jugador (MVP). De hecho, suele haber poca controversia cuando se elige el MVP, lo cual no se puede decir del Balón de Oro…
En el caso del futbol, elegir al mejor jugador puede resultar más complicado porque depende del criterio de cada uno. Por ejemplo, el trabajo que hace Casemiro, un centrocampista defensivo que juega en el Real Madrid (que por cierto, es vital), no es tan estético ni vistoso como puede llegar a ser el juego de Messi, el vértigo de Salah y Mané, o los goles de Lewandowski y Cristiano Ronaldo, que son atacantes con un rol más protagónico. Por lo que partiendo de este punto, ya existiría un grupo de personas que no serán considerados para el Balón de Oro. Casemiro ni siquiera estuvo en la lista de 30 precandidatos del año pasado (2019).
Por otro lado, las rivalidades entre equipos y sobre todo, entre jugadores, es un plus para el deporte; Federer – Nadal, Larry Bird – Magic Johnson, Ali – Foreman, son algunas de las rivalidades individuales más importantes de la historia del deporte y todas trajeron consigo un aumento de la popularidad de ese deporte. No estoy diciendo que France Football esté fomentando la rivalidad Messi –Cristiano Ronaldo únicamente para generar más dinero en el futbol. Definitivamente, no lo estoy diciendo (*guiño, guiño*). Ahora en serio, esto, unido al crecimiento de los últimos años de las redes sociales, han llevado a que ambos jugadores estén siempre considerados como candidatos en todos los premios individuales a los que pueden optar.
Como cualquier jugador–a pesar de la regularidad impresionante que han mostrado tanto el argentino como el portugués durante los últimos 12 años–tanto Messi como Cristiano han tenido años donde no han estado al mismo nivel de otros jugadores por lo que se ha utilizado uno de los criterios establecidos por France Football a su máxima expresión, que es el de rendimiento colectivo. Considerando que el Real Madrid y el Barcelona (y Juventus también) han dominado el futbol europeo en los últimos años, ha funcionado como excusa ideal para seguir otorgando a ambos el máximo premio individual. De hecho, el único año desde 2007 hasta la actualidad donde el Balón de Oro no fue para Messi o Cristiano fue en 2018 cuando Luka Modric fue el ganador, lo que más influyó en la decisión fue la suma de los logros colectivos logrados por el croata, habiendo ganado la UEFA Champions League con el Real Madrid y el subcampeonato en la Copa del Mundo con su selección. No estoy poniendo la calidad de Modric en duda, pero que un premio individual se lo lleve un jugador por los éxitos colectivos de sus equipos no es exactamente “justo” para otros jugadores que quizás destacaron más en sus respectivos equipos.
Sin embargo, si recordamos el Balón de Oro de 2010 que fue entregado a Messi sobre Iniesta y Xavi (segundo y tercer lugar, respectivamente), nos encontramos con una contradicción ya que en ese año el Inter de Milán ganó 5 títulos (UEFA Champions League, Serie A, Coppa Italia, Supercopa Italia y el Mundial de clubes de la FIFA) con un espectacular Wesley Sneijder que adicionalmente logro el subcampeonato en el Mundial de Sudáfrica 2010 con la selección holandesa. Aún con ese grado de éxito, el holandés ni siquiera estuvo en el trío del Balón de Oro de ese año. Tampoco funciona el argumento de que se priorizó al campeón del mundo ya que los representantes de España, Iniesta y Xavi, tampoco recibieron el premio, como sí ocurrió en 2006 con Fabio Cannavaro.
En fin, para resumir esta historia podemos decir que sí existe una cierta injusticia al no mantener una consistencia en los criterios de elección más allá del claro dominio de Messi y Cristiano durante más de una década en el mundo del futbol. Dicho de otra manera, podemos empezar a preguntarnos quién va a acompañar al argentino y al portugués en la terna de este año, y si merecería la pena olvidarse de los títulos colectivos y priorizar las estadísticas individuales para otorgar este premio.
Fuentes
https://as.com/futbol/2016/10/24/internacional/1477333073_184435.html