El caso de Sarri vs. Kepa: ¿Quién tiene más poder en el fútbol moderno?

El 24 de febrero se disputó la final de la Carabao Cup en el Estadio Wembley entre el Manchester City y el Chelsea. El City era el claro favorito, ya que unos días antes habían destrozado al Chelsea 6-0. Sorprendentemente, el juego iba 0-0 y ya se jugaban los últimos segundos del tiempo extra, cuando Kepa, el arquero del Chelsea, empezó a sentir molestias en un par de ocasiones. Maurizio Sarri, el director técnico, decidió sacarlo y reemplazarlo por Willy Caballero. Caballero es notable por ser un excelente atajador de penales, y jugó varios años en el Manchester City así que conocía el rival a la perfección. Parecía una situación como la de Van Gaal cuando metió a Tim Krul en el último segundo contra Costa Rica en Brasil 2014 y se volvió el héroe de la selección holandesa al atajar varios penales.

El asistente ya había formalizado el cambio al levantar su tabla con los números de ambos porteros. En eso sucedió algo que yo nunca había visto: Kepa comenzó a levantar la mano y decirle a Sarri que no hiciera el cambio. El cambio ya estaba hecho y pues se debe hacer lo que el director técnico pide, pero habían pasado más de 3 minutos y Kepa insistía con quedarse. Sarri se veía frustrado, golpeando la banca y gritando como un loco. Los asistentes le pedían a Kepa que saliera, pero Kepa se negaba. Después de un largo pleito Sarri canceló el cambio, y amenazó con dejar el inmueble debido a su extrema molestia.

El Manchester City derrotó a Chelsea 4-3 en los penales, y desafortunadamente Kepa no pudo ser el héroe. Atajó un penal pero no logro atajar uno relativamente sencillo, pero realmente no fue ni el héroe ni el villano. Uno se puede preguntar si el Chelsea hubiera ganado si Caballero entraba, pero la derrota no se le puede atribuir a Kepa, que solamente moría por seguir defendiendo a su equipo en la cancha igual que el resto de los jugadores.

Después del partido, Sarri dio una entrevista en la que dijo que el pleito fue un simple malentendido y falta de comunicación con el doctor, pero que Kepa no tendría castigo, incluso lo defendió. Cuando el comentarista insistió que el pleito no parecía simplemente un malentendido, Sarri insistió que no había pasado nada. Pero los televidentes tenemos claro que Sarri estaba mintiendo; él estaba furioso y había sido humillado por su propio jugador. Kepa fue multado el sueldo de una semana y no jugó en la victoria de 2-0 ante el Tottenham, pero realmente este castigo fue muy ligero. Uno se tiene que preguntar, en el fútbol moderno, ¿quién tiene el poder, el jugador o el entrenador?

Vemos esto muchas veces en el fútbol, cuando los jugadores se pelean con el entrenador y eventualmente el dueño despide al entrenador. Lo vimos con Mourinho y Pogba: Al momento que despiden a Mourinho, Paul Pogba una vez más parece como si fuera de los mejores jugadores del mundo, enseñando que él derrotó a José Mourinho. Pero este caso es diferente: Kepa se negó a obedecer a su entrenador durante un partido de una forma nunca antes vista. ¿Quién tiene el poder? Sarri llego con expectativas altas al Chelsea al principio de la temporada, pero ha tenido una temporada frustrante en la que no ha podido desplegar su estilo de fútbol. Kepa también llegó esta temporada, siendo el portero más caro de la historia, y ganando 200,000 euros a la semana. En el fútbol moderno los entrenadores duran en sus puestos cada vez menos, y el futbolista tiene un sueldo más alto que nunca.

La posición del DT ha ido perdiendo protagonismo en ciertos equipos, en los cuales los jugadores creen tener conocimiento superior y al saber de su influencia deciden tomar mando del equipo. La relación entre ambos lados cada vez tiene mas problemas, lo hemos visto con Argentina en el mundial 2018, con Mourinho y el Manchester, con Mourinho y el Real Madrid, con México y la mayoría de sus entrenadores. Yo creo que el entrenador merece más respeto que nadie, y en este caso Kepa humilló a su entrenador que no tuvo otra opción más que aceptar esa derrota moral. En el fútbol moderno esta competencia por poder y influencia es cada vez más común. El entrenador debería ser el protagonista en las decisiones principales, pero lamentablemente parece que este será el caso de manera menos frecuente.