La historia de la selección femenina

Por Sarah Patterson

Esta página ofrece información sobre la evolución de futbol femenino en México desde los años setenta. También incluye una discusión de algunos factores culturales que han influido el programa, especialmente en términos del rendimiento inconsistente del equipo en torneos internacionales. Haga clic en las fotos para verlas en mayor calidad en su sitio original.

Años tempranos

Para construir una historia completa del futbol femenino en México, es imprescindible explicar cómo llegó el equipo a participar en el torneo antes del establecimiento de la versión del evento que existe hoy. En concreto, la participación del equipo femenino mexicano en competiciones internacionales se remonta a los años setenta, antes de la creación oficial de la Copa Mundial femenino por la FIFA. Aunque el torneo inaugural bajo el control de FIFA tomó lugar en China en 1991, los primeros dos mundiales (no organizados por FIFA) ocurrieron dos décadas antes—específicamente, en 1970 (con sede en Italia) y en 1971 (con sede en México). La oportunidad de tomar parte en estas primeras competiciones dependía de una invitación de la Federacion Internacional Europea de Futbol Femenil (FIEFF), un proceso que contrasta fuertemente con el proceso actual que esta basado en un registro de victorias y derrotas y los resultados de torneos de clasificación. Por eso, los eventos eran más pequeños (en términos del numero de selecciones que asistieron) y relajados que los que empezaron en los años noventa.

El equipo femenino mexicano llega al aeropuerto de Italia antes del primer Copa Mundial en 1970. (El Universal)

El equipo femenino mexicano llega al aeropuerto en Italia antes del primer Copa Mundial en 1970. (http://fotos.eluniversal.com.mx/coleccion/muestra_fotogaleria.html?idgal=18400)

A pesar de su estatus “no-oficial”, los equipos mexicanos que jugaron en 1970 y 1971 produjeron jugadoras famosas y una reputación de alto perfil en el mundo de futbol que atrajeron la atención de un gran numero de hinchas. De hecho, el final del segundo torneo se llevó a cabo frente a un número de espectadores sin precedentes—algunas fuentes estiman que el numero de personas en el Estadio Azteca (en el Ciudad de México) fue aproximadamente 100.000 (más que el numero de asistentes al partido de 1999 en el Rose Bowl)[1]. El equipo tuvo más éxito en este segundo torneo que en el primero (cuando perdió ante Italia en el semifinal)—después de derrotar a las selecciones de Italia, Inglaterra e Italia, perdió ante Dinamarca (que ganó 3-0) en el partido final. Aunque no ganó toda la competición en ultima instancia, la trayectoria positiva del equipo (que era la única representante de los países Americanos[2]) en estos primeros torneos internacionales sugirieron que el programa de mujeres tenía potencial para crecer en el largo plazo.  Al mismo tiempo, la experiencia subrayó algunos obstáculos culturales asociados con el mantenimiento de un programa de futbol femenino de alta calidad en México.

El Estadio Azteca en Ciudad de Mexico (FIFA.com)

El Estadio Azteca en Ciudad de Mexico (http://www.fifa.com/classicfootball/stadiums/stadium=5000118/)

Controversia alrededor de futbol femenina

Las primeras competiciones internacionales en Italia y México les permitieron a las jugadoras famosas como Alicia “Pele” Vargas y Maria Eugenia “Peque” Rubio atraer la atención del publico nacional y ganar la fama popular. No cabe duda que estas mujeres se reconocieron inicialmente por su destreza atlética—de hecho, Vargas esta empatado con Julie Foudy como el tercer jugadora más destacada en la historia del Mundial, detrás de Mia Hamm and Michelle Akers.) Sin embargo, su fama a raíz de los torneos en 1970 y 1971 reflejó los obstáculos culturales asociados con el establecimiento de un selección femenina en una país dominada por el machismo. Algunos jugadores de la selección masculino se pronunciaron en contra del establecimiento del futbol organizado y competitivo para las mujeres debido a su inferioridad física y “incapacidad” para participar en un deporte de contacto. Por ejemplo, Carlos Reinoso, un famoso futbolista chileno que jugaba por el Club América de México entre 1970 y 1979, reclamó que futbol era una deporte para los hombres exclusivamente.[3] Desafortunadamente, jugadoras como Vargas contribuyeron a esta idea machista también—en una entrevista para el programa “La Jugada” de Televisa Deportes en 1998, ella se refirió a las mujeres como el “sexo inferior”.[4] La presencia de una visión tan sesgada de la legitimidad de futbol como un deporte para hombres y mujeres impidió la funcionalidad y éxito del programa Mexicana en la escena internacional. No había ningún versión de la Copa Mundial para las mujeres entre 1971 y 1991 (cuando FIFA finalmente intervino); sin embargo, la selección femenina de México no se clasificó para competir en el torneo hasta los juegos de 1999.

Participación del equipo en mundiales oficiales

Debido a las dinámicas sociales adversas y otras variables que no estimularon la formación de un equipo femenino legítimo, México no participó en las dos primeras Copas Mundiales organizadas por la FIFA en 1991 y 1995. En realidad, la falta de organización y el hecho de que la gente veía la participación en futbol como poco femenina[5] llevó a la caída rápida de la selección nacional femenil de 1995. Con una lista y horario de entrenamiento construido sólo dos semanas antes del torneo, el equipo no estaba preparado o calificado para el nivel de competencia que habría confrontado en la Copa Mundial. Sin embargo, la ventaja competitiva del programa mejoraba después de la instalación del entrenador actual Leonardo Cuellar en 1998, y el equipo finalmente se clasificó para la Copa Mundial en los EE.UU. en 1999. Puede buscar más información sobre Cuellar y su impacto aquí.

El equipo no tenía éxito en su primera visita al torneo. Después de ser colocado en un grupo a que le refiere los analistas de deportes como el “grupo de la muerte” (que contiene las selecciones de Brasil, Alemania e Italia), México tuvo problemas durante los primeros partidos y no se movió más allá de la primera ronda de la competición. Aún mas decepcionante fue el hecho de que el equipo no pudo anotar un sólo gol en contra de cualquier oponente. Es probable que esta falta de éxito tenía que ver con la naturaleza generalmente subdesarrollada del programa y, más específicamente, su incapacidad para reclutar a las mejores jugadoras en México. En un articulo del New York Times publicado poco antes de la comienza del torneo de 1999, el autor refiere a una declaración de Cuellar en que el entrenador describe la dinámica que había enfrentado durante su esfuerzo de establecer un equipo competitivo. El explicó que aunque había llamado a 29 asociaciones de futbol femenina en México para construir su selección, sólo seis expresaron interés en la oportunidad de proveer candidatos. Como el entrenador primario del equipo de futbol masculino en Cal State University Los Angeles, Cuellar podía percibir las diferencias significativas entre Mexico y los EE.UU. en términos de los oportunidades para mujeres. Destacó en su entrevista el hecho que futbol femenina en México había sido, hasta este momento, más recreacional que competitiva, y por eso el proceso de reclutamiento era bien difícil.[6] A pesar de esta dinámica delicada, el reconocía la estimulación de interés y curiosidad alrededor de futbol femenina como parte de su trabajo como entrenador. Comenzó a reclutar activamente jugadores de ascendencia mexicana que se habían entrenado en el sistema universitario de Estados Unidos y que habían jugado al más alto nivel fuera de México.

El Tri derrotó a la selección femenina de los EE.UU. en las eliminatorias de la Copa Mundial del 2011.

El Tri derrotó a la selección femenina de los EE.UU. en las eliminatorias de la Copa Mundial del 2011. (http://www.nytimes.com/2010/11/07/sports/soccer/07soccer.html?_r=0)

Los problemas de cultura y la necesidad de reconciliar diferencias de lenguaje (especialmente entre las jugadoras de los EE.UU. y de México) continuaron a contribuir a la incapacidad del equipo para calificar para las Copas Mundiales de 2003 y 2007. Sin embargo, parece que el énfasis que pusieron Cuellar en la estimulación de interés en deportes para mujeres ha tenido un impacto positivo en el desarrollo de la selección femenina mexicana en años recientes. El equipo hizo ajustes cruciales que le permitieron calificar para la Copa de 2011 en Alemania, y el rendimiento del equipo en este torneo se presentó como un testimonio de su progreso sustancial bajo Cuellar. Mientras que el equipo no ganó ningún juego durante la primera ronda y fue eliminado temprano en el torneo, anotó tres goles y se mantuvo los equipos de Inglaterra y Nueva Zelanda a un empate. Estos estadísticos contrastan fuertemente con los de su primera aparición en el torneo en 1999–en concreto, es claro que las jugadoras eran capaces de coordinar de manera más eficiente en la ofensiva y construir una línea defensiva que podía competir con oponentes formidables. Otra evidencia del éxito tangible del equipo bajo la dirección de Cuellar era su participación en los juegos olímpicos de 2004 en Athens, Greece. En este torneo, el equipo tuvo éxito en las primeras rondas y llegó al cuarto final. También demostró su mayor ventaja competitiva en los juegos eliminatorios en 2010 para la Copa Mundial de 2011. El equipo venció la selección de los Estados Unidos (que era muy favorecido) por un punto (2-1), y obligó a las estadounidenses a jugar partidos extras contra Italia para calificar.[7]

Parece que un elemento crucial de la influencia inicial de Cuellar como entrenador  era su capacidad para presentarse como una figura que podía traer “credibilidad inmediata” a la idea que las mujeres no deben ser excluidos del deporte. Debido a su larga carrera como jugador, él era el candidato ideal para comenzar el empuje contra la cultura machista que ha continuado a presentarse como un obstáculo formidable para la formación de un programa legítimo para mujeres. Puede buscar más información sobre la cultura machista y el impacto que tiene en la evolución de futbol femenino en México aquí.

[1] Doyle, Jennifer. “Recovering from Soccer’s Divorce.” Web log post. Fox Soccer. Fox Sports, 21 May 2014. Web. 16 Apr. 2015. <http://www.foxsports.com/foxsoccer/womensworldcup/story/history-of-womens-game-wwc-germany-2011-recovering-from-soccer-divorce-070711>.

[2] “El Templo Del Fútbol Femenil.” Weblog post. Futbol Femenino. N.p., 18 Apr. 2013. Web. 15 Apr. 2015. <http://www.ffemenino.es/noticias-editorial/1793-el-templo-del-futbol-femenil>.

[3] Casares De Felix, Lourdes. “Acento De Mujer: Futbol Para Mujeres.” Web log post. AM. Periodico AM, 18 June 2014. Web. 14 Apr. 2015. <http://www.am.com.mx/opinion/leon/futbol-para-mujeres-9838.html>.

[4] Casares de Felix, “Acento de Mujer”

[5] Longman, Jere. “Mexican World Cup Team Reaps Benefit of America’s Special Export.” New York Times Sports. New York Times, 10 June 1999. Web. 11 Apr. 2015. <http://www.nytimes.com/1999/06/10/sports/soccer-mexican-world-cup-team-reaps-benefit-of-america-s-special-export.html?pagewanted=3&src=pm>.

[6] Longman, “Mexican World Cup Team Reaps Benefit of America’s Special Export”

[7] Lewis, Michael. “Mexico’s Leonardo Cuellar Has Turned ‘Las Tri’ Into a Global Power.” Fox News Latino. Fox News, 21 Jan. 2012. Web. 11 Apr. 2015. <http://latino.foxnews.com/latino/sports/2012/01/21/leonardo-cuellar-has-turned-around-womens-soccer-in-mexico/>.

Cómo citar esta página: “La historia del Tri Femenil,” Escrito por Sarah Patterson (2015), World Cup 2015, Soccer Politics Blog, Duke University, http://sites.duke.edu/wcwp/world-cup-guides/world-cup-2015-guide/guia-para-la-copa-mundial-de-futbol-femenino-en-espanol/mexico/historia/ (accessed on (date)).

3 thoughts on “La historia de la selección femenina

  1. Leticia Garcia

    Cada día el fútbol nos demuestras que es el deporte universal, ver como las mujeres practican este hermoso deporte y la calidad con que lo hacen no tiene precio. debemos dejar los prejuicios atrás y disfrutar del buen fútbol sin importar quien lo esta practicando. Saludos.

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  2. Blanca

    Me encanta el futbol, soy una gran aficionada y es sombroso como las mujeres lo están haciendo de bien, lo único que de envidiar es la fanaticada pues las transmisiones son pocas y los hombres consideran que no vale la pena ver un partido femenino por considerarlo de bajo nivel, pero nada mas lejos de la realidad, son fantásticas y las veo cada que vez que tengo oportunidad

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