Temas y controversias

Por Margaret Rote

Esta página discute dos temas que existen en el fútbol femenil en México, el machismo y la la doble-nacionalidad. Haga clic en las fotos para verlas en alta calidad en los sitios originales.

Machismo

Introducción

El machismo es un fenómeno social que existe en todas partes del mundo incluso a México. La Real Academia de la Lengua Española define el machismo como la “actitud de prepotencia de los varones respecto de las mujeres.” El machismo se manifiesta en muchas maneras. Se puede existir en maneras físicas, por ejemplo en violencia doméstica o acoso sexual. El machismo también existe en formas verbales con comentarios directamente sexistas y también comentarios con prejuicios escondidos. Un tipo de machismo muy perjudicial son las actitudes implícitos que devalúan las oportunidades y contribuciones de las mujeres.

A veces, estas actitudes generales penetran el mundo del fútbol femenil. Esto impide al futbol femenil en tres maneras. Primero, estas actitudes desalientan a las niñas de jugar el fútbol. Adicionalmente, para las jugadoras que sí juegan el fútbol, el machismo crea obstáculos que las mujeres tienen que superar. Finalmente, el machismo impide a las ex-futbolista de encontrar trabajo cerca del mundo de fútbol femenil. En las semanas recientes, ha habido muchos artículos en periódicos sobre este tema. Imagino que la anticipación para la Copa Mundial este verano ha contribuido a la nueva atención.

Efectos en las niñas:

Primero, la existencia de creencias machistas disuade a las chicas de comenzar a jugar el fútbol. En este nivel, el estimulo de los padres es muy importante también. Chicas que se crecen con el mismo apoyo que reciben sus hermanos tienen más oportunidades más tarde en su vida. Según, Mayrilian Cruz Blanco, quien es la Directora de Desarrollo del Fútbol Femenil de la FIFA, “Hay algunas regiones donde todavía no se ve al fútbol como algo natural para que jueguen las niñas, pero creo que esto va cambiando, aunque todavía hay que romper ese reto (machismo).”[1]

Agradecidamente, han sido cambios instituciones para abordar este tema. En el Marzo 2015, la Federación Mexicana de Fútbol ha empezado a enfrentar este problema también.[2] Durante una conferencia de prensa que fue parte de la gira Live Your Goals, la Federación anuncio unos planes para crear ocho Centros de Formación de fútbol femenil. El iniciativo se esfuerza por animar a las niñas en jugar el fútbol y formar jugadoras competitivas.

Hoy en día, ya existen dos centros, uno en Guadalajara y otro en Monterrey. El plan es abrir un Centro nuevo cada año. Una característica prominente de estos Centros es que contarán el respaldo de la Federación, gobiernos estatales y instituciones privadas. Con esta coalición de instituciones, los Centros van a tener más poder y influencia en formar jugadoras jóvenes.

Efectos en las atletas:

El machismo tiene consecuencias en las atletas mayores también. Las actitudes negativas son muy pronunciados en la red, donde los críticos pueden dejar comentarios negativos en una manera más anónimo. Diana Pérez, una columnista, ha recibido muchos comentarios machistas en sus escrituras.[3] Después de escribir sobre la Selección Femenil Mexicana, el primer mensaje que recibió dijo “A ver si ya hacen algo digno esas lesbianas.” Otros comentarios incluyeron “Ahora sólo falta que les enseñen a jugar porque son malitas” y “Para qué las ilusionan, mejor que se regresen a la cocina, es donde pertenecen.” No se puede borrar estas opiniones, sin embargo es muy importante confrontar estos temas para cambiar estas actitudes. Eventualmente, la sociedad cambiará para aceptar y apoyar estas atletas talentosas.

A pesar de algunos disidentes, todavía hay mucha emoción para el Mundial de Canadá 2015. Las mujeres llevarán el verde, el color tradicional del equipo mexicano. La parte delantera del jersey tienen unas franjas horizontales en dos tonos de verde. El jersey es fabricado por Adidas, y se lo venderá en tiendas departamentales. El desarrollo de este jersey demuestra el respeto y fama creciente del equipo femenil.

Teodoro Husemann, el Director de Marketing de Adidas México captura estos sentimientos. “Este representa un momento histórico, por primera ocasión contamos con un jersey exclusivo para la Selección Nacional Femenil. Estamos seguros de que lo portarán con orgullo en el Mundial de Canadá.”[4]

Las jugadoras expresan su entusiasmo por los uniformes también. Charlyn Corral dice que “Estamos muy contentas por la playera, nos sienta bien, como mujeres somos vanidosas y nos queremos ver bien. Sabemos que la vamos a defender como siempre lo hemos hecho, así que es especial y empezamos bien con este uniforme.” [5]

Las opiniones de Corral son interesantes porque ella captura la dicotomía que muchas veces existe en los deportes femeniles. Ella preserva su identidad femenina cuando dice que quiere gustar su ropa. A la vez, dice que va a jugar en su mejor capacidad. Muchas veces la identidad femenina se contrasta con la habilidad atlética. Corral afirma las dos partes, y en hacer esto, lucha contra los estereotipos machistas.

Efectos en las ex jugadoras

Por último, las atletas quienes se jubilan del fútbol enfrentan retos más tarde en su vida cuando busquen trabajo cerca del fútbol. Para abordar parte del problema, la FIFA quiere abrir más puestos de trabajo a las mujeres. Según Mayrilian Cruz Blanco, la FIFA quiere “ver mujeres en todas las áreas, directivas, presidentas, entrenadoras, porque [quiere] que las niñas se vean dentro del fútbol.”[6]

A pesar de estos esfuerzos, solamente hay dos mujeres en el Cuerpo Técnico de la Selección, una de las cuales Mónica Vergara, quien es un ex jugadora del equipo. Vergara jugó en la Copa Mundial Femenil de 1999, las Olimpiadas Atenas 2004 y cuatro juegos Panaméricos. Ella es un modelo a seguir para muchas jóvenes. Después de sus días como atleta, Vergara trabajó como entrenadora.

Vergara ofrece perspectivos importantes sobre el machismo mexicano. Vergara alaba a las jugadoras anteriores quienes luchaban para sus derechos y oportunidades. “La equidad de género es un tabú muy fuerte, y por el que se está luchando mucho, pero lo enfrentas ahora gracias a tantas mujeres que lucharon desde el siglo XIX para que todo esto empezara. Todas luchamos desde las áreas en las que estamos por una igualdad. Obviamente esto implica tener las mismas responsabilidades, pero también los mismos derechos. Es algo en lo que todavía se está trabajando.”[7]

Además Vergara agradezca a los hombres en su vida que han tenido un impacto positivo en su creencia como una mujer. Ella reconoce el rol de los hombres en mejorar la situación para las mujeres también. Toda la sociedad debe trabajar juntos para mejorar la situación social para mujeres.

Como una mujer que ha superado muchas barreras, ahora Vergara quiere luchar para las niñas de México. Ella describe sus metas: “A mí me gustaría que todas las niñas de México de verdad sepan que trabajando pueden hacer lo que ellas quieran. Si sueñan con un campeonato del mundo, por supuesto que se puede. Si sueñan con ir a las Olimpiadas y traerse una medalla, claro que pueden.”[8]

Hay mucha esperanza para las niñas de México, y con el apoyo de ex futbolistas y organizaciones como la FIFA y la Federación Mexicana de Fútbol, más oportunidades—tanto dentro como fuera de la cancha—serían realizables para mujeres en el futuro.

La doble-nacionalidad

Introducción

Históricamente, una controversia en el fútbol mexicano femenil son cuestiones de la ciudadanía de las jugadoras. Particularmente en el Mundial de 1999 cuando una mitad de las jugadoras fueron de los Estados Unidos. Muchas jugadoras tienen la doble-nacionalidad con pasaporte mexicano y estadounidense. Aunque muchas de estas jugadoras se criaron en los Estados Unidos, deciden que preferían jugar para el equipo mexicano. A veces las jugadoras internacionales son reclutadas para jugar para equipos mexicanos. En estos casos, ellas tienen que adquirir la ciudadanía mexicana para participar en los torneos. Para reclamar la ciudadanía mexicana, se necesita demostrar que uno de sus padres nació en México.

Ejemplos de futbolistas con la doble-nacionalidad

Un ejemplo prominente de este fenómeno es el caso de Mónica González. Ella creció en Tejas pero siempre prefería ver el fútbol mexicano.[9] Asistió la Universidad de Notre Dame, y jugó el fútbol allí. Cuando cumplió los dieciocho años, decidió que quería jugar para el equipo mexicano también. Ella ingresó en el equipo en 1998 y dirigió el equipo en la Mundial de 1999. Ella tenía mucho éxito, eventualmente recibiendo el título de capitana del equipo durante los años de 2003 a 2007.

Este tema de la doble-nacionalidad existe en muchos niveles de fútbol. Por ejemplo en 2013, cinco jugadoras que nacieron en los Estados Unidos fueron invitadas a ser parte de la Tri femenil Sub-17.[10] Mientras que cuatro de ellas tienen padres mexicanos, una de ellas, Eva González, es particularmente interesante porque sus padres tampoco nacieron en México. Sin embargo, sus abuelos son de Guadalajara, y eso permitió que ella jugara para el equipo.

Después de jugar en las pruebas, González fue invitada a viajar con el equipo para jugar el torneo Cuatro Naciones en Costa Rica. Sin embargo, todavía no tenía la ciudadanía mexicana, por lo tanto no fue elegible para participar en los partidos. González empezó el proceso de obtener la doble nacionalidad, pero los pasos fueron complicados porque primero su padre tenía que aplicar para la ciudadanía.

Según los González, la Federación Mexicana de Fútbol envió una carta al Consulado Mexicano en Dallas para acelerar el proceso. Mientras que el proceso normalmente dura diez semanas, los González pudieron completarlo en solamente tres semanas. Este es un beneficio que no todo el mundo puede recibir.

Consecuencias de la doble nacionalidad

Reclutar a jugadoras internacionales tiene repercusiones en las jugadoras, las familias y el equipo. Las historias de Mónica González y Eva González representan temas que ocurren en todos niveles del fútbol. Para algunas de estas atletas, la motivación de jugar para México viene de un deseo de jugar el fútbol en el nivel más alto. Invitar a jugadoras internacionales da oportunidades a atletas que a veces no pudieran suceder a niveles altos en ligas americanas.

Otra fuente de motivación es el amor del equipo y el país. Para los hijos de inmigrantes, jugar para los países de sus padres amplifica su orgullo de su herencia. González reportó que “Jugar para la selección de México me hizo sentir ese lado mexicano que llevo.”[11] Esto demuestra que jugar para el equipo puede magnificar una parte de la identidad cultural de las jugadoras.

Además, los padres de esas jugadoras sienten muy orgullosos de sus hijos. Mónica González reportó que su padre “estaba encantado de la vida porque le gusta muchísimo el fútbol latino y él siempre me animó a jugar con México.”[12] En una descripción semejante, el padre de Eva González dice que “Cuando la vi a ella vistiendo la camiseta mexicana, simplemente comencé a llorar.”[13] Obviamente, jugar para el equipo mexicano es un acto simbólico para los padres de las jugadoras. Proporciona una manera de unir la familia en su herencia nacional.

Otra repercusión importante de reclutar jugadoras con la doble nacionalidad son los afectos en el equipo. Eva González reportó que sentía más cómoda con las otras jugadoras después de tener la doble nacionalidad. Esta formalidad justifica su posición en el equipo. Sin embargo, otros problemas permanecen. En el caso de Eva González, ella no habló bien el español. La disparidad en lengua y comunicación puede crear una distancia entre las jugadoras. La integración de las jugadoras mexicana-americanas lleva tiempo. Eventualmente, estas diferencias pueden impactar la capacidad del equipo para jugar eficazmente.

La última efecto que voy a discutir es las opiniones internacionales. Siempre habrá críticos que denuncian el hábito de jugar para el país de sus padres. Sin embargo, este evento ocurre en todos los deportes, tanto femeniles como varoniles. No es un tema aislado al futbol mexicano femenil. Con tanto inmigración y movimiento geográfico en nuestro mundo, la doble-nacionalidad es un tema que solamente va a hacerse más prominente.

Además, es importante pensar en lo que influyó el reclutamiento de jugadoras internacionales. El futbol masculino domina la cultura de México, y hay poco espacio para los equipos femeniles. Sin la infraestructura y apoyo, los programas de futbol femenil sufren. Por el contrario, el futbol femenil americano es un líder en el deporte. Con todas estas dificultades en México, quizás es más fácil buscar jugadoras que fueron criadas en otros países.

 

[1] Collazo, Jonathan. 7 abril 2015. “Derrumbar machismo, reto del fútbol femenil.” Mediotiempo. Ciudad de México. http://www.mediotiempo.com/futbol/mexico/noticias/2015/04/07/derrumbar-machismo-reto-del-futbol-femenil

[2] González, Isabela. 1 marzo 2015. “México tendrá ocho Centros de Formación de Futbol Femenil.” La Delantera. http://ladelantera.com/2015/03/01/mexico-tendra-ocho-centros-de-formacion-de-futbol-femenil/

[3] Pérez, Diana. 2 marzo 2015. “El machismo contra el fútbol femenil.” Medio tiempo. http://www.mediotiempo.com/futbol/mexico/editoriales/diana-perez/2015/03/el-machismo-contra-el-futbol-femenil

[4] Cañada, Iván. 27 febrero 2015. “Presentan uniforme que usará el Tri femenil en el Mundial de Canadá 2015.” ESPN Deportes. http://espndeportes.espn.go.com/news/story/_/id/2308766/presentan-uniforme-que-usara-el-tri-femenil-en-el-mundial-de-canada-2015

[5] Ibid.

[6] Collazo.

[7] Mi Selección. 8 marzo 2015. “Mónica Vergara y el fútbol como impulsor de la mujer.” Mi Selección. http://miseleccion.mx/monica-vergara-y-el-futbol-como-impulsor-de-la-mujer/

[8] Ibid.

[9] ESPN. 26 julio 2007. “Una auténtica futbolera.” ESPN Deportes. http://espndeportes.espn.go.com/news/story?id=581764 

[10] Benítez, Jonathan. 29 may0 2013. “Eva González se hizo mexicana para jugar con la selección Sub-17.” Al DíaTX. http://aldiatx.com/news/2013/may/29/eva-gonzalez-se-hizo-mexicana-para-jugar-con-la/

[11] Ibid.

[12]. ESPN.

[13] Benítez.