En “The Country of Football”, Roger Kittleson nos habla sobre el desarrollo y aspiraciones que Brasil tenía en la época de 1950, cuales se acompañaron con los decepcionantes resultados del equipo de fútbol brasileño. Después del “Maracanaço” de 1950 que los brasileños aún recuerdan hoy en día, se esperaba que el equipo por fin consiguiera el anhelado título en 1954. Sin embargo, Brasil una vez más volvió a decepcionar. En la fase de grupos aplastaron 5-0 a México pero solamente empataron 1-1 con Yugoslavia; a pesar de esto avanzaron en primer lugar de grupo. En los cuartos de final, se enfrentaron con una selección húngara sumamente poderosa y fueron apabullados 4-2. El juego se recuerda como “La Batalla de Berna” ya que fue muy violento; expulsaron a 3 jugadores (2 brasileños), y la violencia continuó después de que se acabó el partido. La afición brasileña estaba furiosa, especialmente con los jugadores Afro-brasileños; muchos creían que no tenían cupo dentro del equipo ya que opinaban que no tenían la suficiente madurez para jugar. Brasil comenzaba a tener mucho optimismo en áreas como el arte y su economía que continuaba creciendo, sin embargo el déficit comercial era un gran problema que causó inflación y no los dejaba desarrollarse por completo. Se comenzaba a desarrollar una identidad nacionalista ya que sentían que eran un país en crecimiento. Brasil buscaba desarrollar su identidad cultural, pero mucha gente seguía despreciando a los Afro-brasileños a pesar de todo lo que contribuían a Brasil. La identidad nacional se contradecía: celebraba a la pobreza y su cultura, pero al mismo tiempo no querían empoderar a grupos sociales fuera de la élite.
Uno de los encargados del equipo del mundial de 1954 dijo que perdieron debido al poco desarrollo de los jugadores; les comenzaron a hacer muchas pruebas médicas y los hicieron tomar exámenes. Muchos jugadores no pasaron los exámenes pero eran considerados tan importantes que los convocaron al mundial de 1958 de todas formas; por ejemplo, Garrincha obtuvo solamente 38 puntos de 123 puntos posibles. Pelé también tuvo un examen bajo, y muchos exigían que no formaran parte del plantel. 1958 se convirtió en “El año que el mundo descubrió a Brasil”. En el mundial de Suecia 1958, Brasil terminó en primer lugar de grupo jugando muy buen fútbol, derrotando 3-0 a Austria, empatando 0-0 con Inglaterra, y derrotando 2-0 a la Unión Soviética. Sin embargo, el racismo seguía presente. Muchos directivos del equipo aspiraban a lo que Kittleson llama “near whitening”: Brasil trataba de jugar con puros jugadores blancos a pesar de que en muchos casos los Afro-brasileños eran claramente superiores. Didi era uno de los pocos jugadores Afro-brasileños que era tan indispensable que comenzó como titular todos los partidos. Después de esto, Pelé y otros jugadores comenzaron a obtener más protagonismo. En cuartos de final Pelé anotó el único gol en su victoria de 1-0 ante Gales. En la semifinal, Brasil derrotó a Francia 5-2 con un hat-trick de Pelé, y en la final derrotaron a Suecia (el anfitrión) con el mismo marcador y un doblete de Pelé. Después de tantos años por fin se lograba la tan anhelada victoria; Brasil finalmente estaba en la cima del fútbol mundial.
En 1962 la historia fue la misma. Brasil avanzó en primer lugar de grupo derrotando 2-0 a México, empatando 0-0 con Checoslovaquia, y derrotando 2-1 a España. En la siguiente ronda, Garrincha fue de los jugadores estrella, ya que en cuartos de final derrotaron 3-1 a Inglaterra con dos goles suyos, y en semifinales derrotaron 4-2 a Chile con dos goles suyos. Brasil se volvió a enfrentar a Checoslovaquia en la final y los derrotaron 3-1, así logrando su bicampeonato. Brasil se consolidaba como el mejor del mundo, pero la situación social seguía generando problemas en Brasil. En 1964 comenzó una dictadura que duro más de 20 años, y Pele sufrió muchísimas lesiones. A pesar de esto, los brasileños querían continuar sus éxitos en el mundial de 1966. Sin embargo, sorprendentemente ni siquiera lograron avanzar de la fase de grupos; derrotaron 3-0 a Bulgaria en el primer partido, pero después fueron derrotados 3-1 por Hungría y Portugal. Una vez más las críticas regresaron y regreso la controversia al fútbol brasileño. Comenzó un debate muy importante acerca de cual estilo de fútbol debían jugar. ¿Debían de seguir jugando con su estilo brasileño, o debían adoptar un fútbol de estilo europeo?
En 1969 hubo una gran crisis en el equipo, ya que muchos consideraban que el entrenador no se preocupaba por sus jugadores, y también tenía conexiones con el partido comunista. Despidieron a Saldanha y contrataron a Zagallo, que ya había ganado dos títulos como jugador en 1958 y 1962. Con Zagallo como entrenador, regreso la calma y felicidad al fútbol brasileño. Brasil avanzó como primer lugar de grupo consiguiendo la victoria en los tres partidos. Derrotaron 4-1 a Checoslovaquia, 1-0 a Inglaterra, y 3-2 a Rumania. En cuartos de final derrotaron 4-2 a Perú, 3-1 en semifinales a Uruguay, y apabullaron 4-1 a Italia en la final. Este dominio no se había visto jamás en un mundial. En tan solo 6 juegos, Brasil anotó 19 goles y recibieron solamente 7 goles. La final en el Estadio Azteca es considerado uno de los momentos más felices en la historia del fútbol; aficionados invadieron el campo para cargar a Pelé en sus hombros. El último gol de la final fue un gol espectacular y realmente demostró la calidad y felicidad del fútbol brasileño.
Después de la victoria de 1970 había el sentimiento de que finalmente se había obtenido la consolidación del Brasil moderno. Finalmente se acepto que la selecão brasileña era multirracial, y los jugadores afro-brasileños comenzaron a ser más aceptados dentro de la comunidad blanca de Brasil. También se llegó a la conclusión de que Brasil podía ser exitoso con su propio estilo, no tenía que imitar a los europeos. Los tres títulos de Brasil se recuerdan con mucho alegría y aquella selección se recuerda como una de las más dominantes de todos los tiempos, pero es importante no olvidar todos los problemas sociales y raciales que la selección tuvo enfrentar en esta época. Los jugadores y miembros de la sociedad recibieron mucha discriminación, y es fácil ver como el éxito en el fútbol impactaba el éxito de las minorías en Brasil. Al momento en el que Brasil comienza a triunfar en el fútbol, la sociedad Afro-brasileña también comenzó a triunfar ya que comenzaron a ser más aceptados dentro de la sociedad brasileña, y finalmente comenzaron a ser parte de la identidad brasileña.
Dentro de la selección, hoy en día los jugadores Afro-brasileños realmente se han convertido en la parte central del equipo. En la final del mundial 1994, solamente 5 jugadores titulares de Brasil eran blancos, y solamente 4 en su quinto campeonato en 2002. Todavía hay muchos jugadores blancos que han sido estrellas como Kaka, Julio Cesar, David Luiz, Lucio, Oscar, Alisson, y Coutinho, pero realmente los jugadores Afro-brasileños como Ronaldinho, Neymar, Adriano, y Ronaldo han sido las figuras principales en esta nueva época de fútbol brasileño. El libro de Kittleson es muy importante ya que nos recuerda de todos los problemas que las minorías en Brasil han enfrentado pero que han logrado superar, y los cambios drásticos que Brasil ha vivido debido a estos eventos. Hoy en día la identidad brasileña no se puede imaginar sin considerar todo lo que los Afro-brasileños aportan, dentro y fuera de las canchas de fútbol.
https://www.youtube.com/watch?v=z2PJnLgOPyo Minuto 6:05 el gran gol de Carlos Alberto en la victoria de 4-1 ante Italia.
Imagen: https://www.worldsoccer.com/blogs/brazil-1970-when-football-transcended-sport-and-became-art-361147