Para muchos aficionados internacionales del fútbol, es frecuente olvidar de que hay dos clubes de suma calidad en Madrid. Por supuesto, todos conocen el Real Madrid, que según Forbes tiene 141 millones de siguientes en las redes sociales, un número más grande que todos salvo el Barcelona. Pero hay muchos que olvidan de que el otro equipo de Madrid, Atlético, ha experimentado mucho éxito en su historia y que merece atención también. Esto también ocurre en Madrid: los madrileños frecuentemente no incluyen el “Real” cuando hablan del Real Madrid, diciendo solo “Madrid” en vez del nombre completo. Esta tendencia revela que la atención y el énfasis caen en el Real, no en el hecho que estos dos equipos comparten la misma ciudad.
Atlético fue fundado por unos estudiantes vascos que vivían en Madrid en 1903. Su intención fue establecer otra rama de su club, Athletic Bilbao. Las rayas blancas y rojas de la camiseta de Atleti tienen su base en el bajo coste de fabricar las camisetas: la misma tela de rojo y blanco fue usada en la construcción de los colchones, y por eso Atleti tiene dos de sus apodos: los Rojiblancos, por sus colores, y los Colchoneros, por esta conexión con la construcción de los colchones. Desde el 1917, el escudo de Atleti ha cambiado poco. Tiene las rayas verticales de rojo y blanco y en la esquina hay la estátua del oso y el árbol, uno de los símbolos más reconocidos de la ciudad de Madrid. Antes de esta temporada, Atleti había jugado más de 50 años en el Estadio Vicente Calderón, cerca del Río Manzanares en el suroeste de Madrid. Cienes de partidos de Atleti y también unos partidos internacionales de la selección española fueron contestados en el Calderón antes de que el Atleti se mudara a su nuevo estadio, el Wanda Metropolitano, en esta temporada.
La historia reciente del Atleti revela que el club ha experimentado mucho éxito, yendo a los finales de las competencias más prestigiosas de Europa, aunque no logró ganar una copa. En 2014 y 2016, Atleti avanzó al final del Champions League. En ambos casos jugaron contra el Real Madrid, y el Real ganó. En la liga doméstica, Atleti ha experimentado mucho éxito recientemente también: Atleti ganó La Liga en 2014, la única vez desde 2004 que un equipo no llamado Real Madrid o Barcelona ganó la liga doméstica. El equipo tiene jugadores internacionales muy talentosos que tendrán un impacto en la Copa Mundial este verano, como Antoine Griezmann, el delantero francés, Diego Godín y José María Giménez, defensores uruguayos, y otros como Saúl, Koke, y Gabi, centrocampistas españoles. El entrenador Diego Simeone, exuberante, apasionado, y motivador, ha guiado el club desde el 2011. Las cámaras de televisión capturan frecuentemente su emoción y energía en el campo.
Tuve la oportunidad de ir a un partido de Atleti en 2016 contra el Bayern Munich–unas semanas después de ir al Bernabéu de hecho–y lo que me impactó más de la experiencia de ver un partido de Atleti fue la pasión de los aficionados y cuán diferente fueron las dos experiencias de asistir a partidos de fútbol en Madrid. El partido del Real Madrid me pareció como un partido profesional de los Estados Unidos: sí había aficionados que cantaron y apoyaron su club, pero también había muchos que estaban allí para la experiencia y no su pasión directa por el equipo. Por otro lado, el partido de Atleti en el Calderón me pareció como un partido universario de los Estados Unidos: era más ruidoso, con miles de aficionados vestidos en rojo y blanco cantando todo el tiempo. Los espectadores estaban allí porque querían apoyar a su club.
Al considerar la experiencia, historia, y el éxito del Atleti, es sorprendente que el “segundo equipo” de Madrid no reciba tanta atención: hay dos equipos de clase mundial en Madrid. Para muchos aficionados locales e internacionales del fútbol, el Atleti es relativamente olvidado bajo la sombra del otro equipo que comparte su ciudad, el Real Madrid, y no debe ser así.