Como hemos aprendido a través de esta clase, y como lo repite Shirsho Dasgupta en su artículo en The Guardian:
“La cancha de futbol es un microcosmo de la vida real.”
Muchas de las ideas que el artículo propone me hacen acordar a cosas que hemos aprendido a través de los textos analizados. Por ejemplo:
El deporte ha ido comercializándose a medida que el mundo también ha ido “capitalizándose”, es decir, apoyándose en el capitalismo como método de producción y organización social. El fútbol, hoy en día, es algo que se vende, al igual que la mayoría de las cosas. Esto es algo con que Galeano estaría de acuerdo.
El deporte se manifiesta en distintos estilos porque es un un híbrido de historias y culturas. Lo vemos en Brazil, en los países africanos, etc. Esto me recordó a Kitterson y su análisis del futbol brasileño como algo que combina la cultura europea con la del mismo Brasil.
El deporte cruza fronteras de la misma manera en la que las ideologías se van traspasando de un país a otro. Lo vemos a través de jugadores que han empezado carreras internacionales, que han salido de barrios pobres para jugar en los mejores equipos del mundo, etc.
Pero en un parte del artículo, Dasgupta propone algo que me sonó poco familiar pero que me interesó mucho:
“La globalización del fútbol ha creado una ansiedad enorme sobre no pertenecer.”
Dice que a medida que van creciendo los clubes europeos, van formando una identidad alrededor del club que pertenece a “un lugar, una historia y una cultura”. El artículo nos pregunta si los fans de países lejanos de Latinoamérica, Asia y Africa pueden realmente pertenecer al club Europeo. Que significa sentirse parte de un grupo que a uno realmente no le pertenece?
El enfoque de Dasgupta está en el fan, pero yo me quedé pensando: que le pasa al jugador que viene del extranjero (i.e. un brasileño como Neymar) cuando va a jugar al club Europeo? Con que conflictos se encuentra? Cómo él va cambiando su identidad a medida que se va asimilando al equipo?
Esto me hizo acordar mucho al libro de Kittleson, particularmente el capítulo donde habla de Ronaldo (el primero) y cuanto le costó asimilar a la cultura del Barcelona y otros equipos en Europa. Creo que muchas veces no pensamos en el hecho de que este proceso es, de cierto modo, un tipo de desplazamiento. A pesar de ser un desplazamiento “opcional”, uno de mucho privilegio y oportunidades, eso no significa que viene sin implicaciones y consecuencias. Me hizo pensar en el costo de la fama, las medidas a las que vamos para volvernos exitosos, y cómo el fútbol europeo tiende a ser el “gold standard” de ligas, pero que al llegar a ese “standard”, de repente no todo sale como el jugador se lo imaginaba. Me encantaría saber si hay otros estudiantes – particularmente los más aficionados por el fútbol – que sepan sobre jugadores que se han enfrentado con obstáculos culturales o sociales a la hora de moverse a Europa para jugar en una liga ajena.
Acá está el artículo que leí que propone muchas intersecciones entre el fútbol y la política:
https://www.theguardian.com/football/in-bed-with-maradona/2017/dec/14/politics-football-premier-league-capitalism-neoliberalism