Si parece un tanto precipitoso afirmar que un jugador, aún con tan solo 29 años, está acabado en el fútbol, entonces quizás un repaso de la carrera del jugador español Bojan Krkić pueda ofrecer alguna justificación. Es la historia de un joven que prometía ser la próxima estrella mundial del futbol. Pero en eso quedó, una promesa. El canterano de La Masia batió los registros de goles de la cantera e irrumpió en la escena del primer equipo con destacadas actuaciones, haciéndose un hueco en la plantilla entre jugadores como Thierry Henry, Leo Messi y Samuel Eto’o. A pesar de que todo apuntaba que iba a ser una estrella, desapareció del radar del futbol elite.
Graduado de La Masia, Bojan parecía tener todos los requisitos para ser una superestrella del fútbol: una habilidad celestial con el balón, velocidad explosiva, elegancia y hambre de gol. Se unió al club a los nueve años y durante las siete temporadas siguientes, marcaría alrededor de 850 goles para las diferentes categorías inferiores de la famosa academia del club. Poniendo esto en números, asumiendo una temporada de ocho meses, esto equivale a casi 3.5 goles por semana. Es un recuento asombroso e ilustra por qué el ‘Chico Maravilla’ se llevaba todos los focos mientras progresaba hacia el primer equipo.
Bojan en el primer equipo
Después de una temporada en el equipo B del club, marcando diez goles en 22 partidos, la llamada a dar un paso adelante fue casi obligatoria y la temporada siguiente, Frank Rijkaard lo hizo debutar en La Liga contra el Villarreal. Solo le llevó 25 minutos para abrir su cuenta goleadora, con tan solo 16 años, convirtiéndose así en el jugador más joven en la historia del club en marcar para el primer equipo. Eclipsó el récord de, nada más y nada menos, un tal Leo Messi.
Aunque este era un momento brillante para la estrella, no todo era bueno en el club. Mientras que los aficionados y los expertos se glorificaban del potencial que se revelaba ante sus ojos, el Barcelona se sumergía de cabeza en una racha de malos resultados. El resultado sería el despido de Rijkaard, y la llegada Pep Guardiola.
El ascenso del equipo B, en el que Bojan había destacado anteriormente, debería haber sido suficiente para convencer a Guardiola del talento del adolescente. Parece que se confirmó cuando Guardiola ensalzó las virtudes del joven delantero, afirmando eso:
“Sólo hay unos pocos jugadores que tienen un toque mágico y Bojan es uno de ellos.”
Sin embargo, hablar es gratis. Inevitablemente, todo nuevo entrenador tiene sus propios planes y Bojan parecía estar sólo en la periferia de los diseños de Guardiola para el equipo. La llegada de Ibrahimovic, por ejemplo, le empujó inevitablemente más abajo en la jerarquía de delanteros y las oportunidades de jugar en el primer equipo comenzaron a disminuir. Lleno de expectativas y alimentado por la ardiente adulación de tantos, la exclusión fue difícil de aceptar. Las declaraciones de Bojan de que “Rijkaard confiaba plenamente en mí. Tiene una gran personalidad. Tuve una relación con él que no he tenido con nadie más”, ilustran la frustración y desilusión del jugador. Guardiola ofreció a Bojan volver al equipo B para ganar más tiempo de juego. Bojan declinó la oferta, lo cual le terminaría condenando y que lo llevó a buscar nuevos aires lejos del Camp Nou.
El Roma y Luis Enrique le dieron la bienvenida a la Serie A. Sin embargo, no fue una época feliz. Sólo 7 goles explican por qué Bojan fue cedido al Milán. Las cosas no mejoraron con los Rossoneri, donde hizo solo tres goles en 27 partidos. Se volvió a hablar de no tener una personalidad lo suficientemente fuerte como para prosperar al más alto nivel. El regreso a Barcelona ofrecía la posibilidad de rejuvenecerse, pero sería un falso amanecer y fue rápidamente prestado al Ajax sin registrar una sola aparición con el equipo catalán. Cinco goles en 32 partidos con el club de la Eredivisie no fueron convincentes y una venta al Stoke City marcó otro paso atrás. La Premier League inglesa no es el lugar al que acudir si se necesita un aumento de confianza, y cinco años con el club demostraron ser todo menos una recuperación: fue prestado al Mainz en la Bundesliga y al Alavés de España, con un solo gol en cada equipo y en una de las temporadas en la que permaneció en la Premier League, descendió el Stoke. Acumuló solo 16 goles en 77 partidos con el primer equipo.
Pregunte a cualquier grupo de aficionados al fútbol su opinión sobre el jugador y obtendrá un grupo diverso de respuestas. Algunos argumentarían que el entrenador puso demasiado énfasis en lograr un éxito rápido y sacrificó el potencial de Bojan en el altar de los recién llegados. Otros dirían que no, y la promoción de jugadores como Pedro, Busquets, etc. del equipo B por Guardiola sugiere que no fue así. Sin embargo, estas eran las propias estrellas de Guardiola, un amor que no se le ofrecía a Bojan, tal vez.
Hay otra línea de pensamiento, sin embargo. Sugiere que la presión del Camp Nou era demasiado para un jugador joven, y que el tratamiento de Guardiola a Bojan era simplemente una reacción lógica a un jugador incapaz de cumplir con las exigencias de su promesa y, más importante aún, de su entrenador. Bojan ha admitido en entrevistas haber sentido mucha presión y sufrido de depresión[1]
Cualquiera que sea la causa, llevó a un movimiento de Barcelona que precipitó una caída gradual e inexorable.
¿Dónde está ahora el jugador que una vez tuvo el mundo del fútbol a sus pies? Se encuentra en la modesta MLS jugando para el Montreal Impact. En algún lugar de la ‘psique’ de Bojan Krkić hay un jugador de inmenso talento. Si alguien puede desenterrar la llave para desbloquearlo, todavía hay tiempo para la recuperación del que fuera el ‘Chico Maravilla’.
Bibliography:
[1] https://www.marca.com/futbol/barcelona/2016/06/06/57551f23ca4741362c8b45b1.html
https://en.wikipedia.org/wiki/Bojan_Krki%C4%87