La organización Street Football World fue fundada por Jürgen Griesbeck, un estudiante de doctorado que vivía en Medellín durante el mundial del 1994. El asesinato de Andrés Escobar y el peligro en el país en esa época lo inspiraron a empezar a investigar sobre la violencia que ocurría en Colombia. En la clase de Soccer Politics, vimos el documental The Two Escobars. La película cuenta las historias de Andrés Escobar y Pablo Escobar y la manera en la cual el fútbol Colombiano, la política y el crimen los conecta. Pudimos ver la inseguridad con la cual vivían los colombianos, pero también su pasión por el fútbol. La meta de Griesbeck era intentar encontrar distintas maneras para disminuir los conflictos que estaban ocurriendo. Se dio cuenta que durante los partidos de fútbol que jugaban los jóvenes entre ellos, podían colaborar y comunicarse, sin el uso de armas. Esto era un acontecimiento raro, que solo occuría en la cancha. Decidió crear la fundación Fútbol por la paz, en la cual jóvenes desfavorecidos podían jugar sin riesgo de violencia. Aprendían a cómo resolver disputas y trabajar juntos. La fundación de Griesbeck hizo un impacto positivo en su comunidad.
El fútbol es un deporte que se juega globalmente; Griesbeck decidió extender su fundación a todos los países que pudiera. En el 2002 estableció Street Football World, con la meta de apoyar a diferentes organizaciones que usan el fútbol para mejorarles la vida a jóvenes desfavorecidos. Actualmente hay 131 organizaciones comunitarias en 86 países que reciben su ayuda. Hay tres valores que se les debe enseñar a los jóvenes que participan en estos programas: el trabajo en equipo, la inclusión y jugar de una manera justa. No solo mejoran sus destrezas de fútbol, sino que también aprender lecciones que los ayudaran más adelante. Dependiendo en que región del mundo viven los jóvenes lidian con distintos problemas, por eso las organizaciones pequeñas son tan importantes. Los organizadores saben en qué cuestiones tienen que enfocarse, y como enfrentarse a esos obstáculos.
Un ejemplo del impacto de Street Football World es Pasión Petare, una ONG en Venezuela. Está basada en Petare, uno de los barrios más peligrosos de Caracas. En la última década han podido expandirse a otras comunidades cercanas e impactar la vida de casi tres mil niños y niñas. Los jóvenes de seis a 17 años pueden participar en el programa. Una entrevista con uno de los entrenadores revelo que muchos de estos menores tienen familiares o amigos involucrados en el crimen. La meta de Pasión Petare, es que los participantes puedan estar ocupados con el fútbol en vez de cuestiones violentas y peligrosas. Una madre que también fue entrevistada explicó que crea una distracción para sus hijos y sirve como un escape de las drogas y prostitución y otras inseguridades de su barrio. Al ser parte del equipo y tener un pasatiempo organizado van a pasar menos tiempo usando armas e involucrándose con el crimen. El equipo Inter Milán de Italia les dono uniformes a los participantes de Pasión Petare, la organización no solo está creando un cambio positivo localmente, sino que también su impacto está siendo reconocido internacionalmente.
Rosie, me gusta mucho esta entrada al blog. La organización y su propósito me parece muy inspiradora. Pienso que esta entrada muestra una perspectiva más del fútbol que no exploramos tanto en la clase: el fútbol como herramienta para el cambio social. Me parece muy pertinente conocer sobre esta organización y los efectos que tiene en comunidades desfavorecidas. Gracias por compartir.