En muchos de los países hispanohablantes alrededor del mundo, el fútbol es algo aprendido desde cuando las personas nacen; sirve para reforzar componentes de la vida muy importantes y actuar como algo para enseñar a los jugadores con cada partido. En los partidos ocurren los sentimientos y emociones más profundos de la vida, algo que es visto como una obra dramática, en que los jugadores tratan con todo sus almas para lograr algo. La comunicación, la habilidad de trabajar con otros, la responsabilidad, y la resistencia ambos física y mental juegan una gran parte en el fútbol, forzando los jugadores a mejorarse para lograr éxito.
Además, hay un aspecto del fútbol que incluye a los sociedades para que juegan los jugadores que es algo único del deporte. De las grandes ciudades de España a las pequeñas pueblos de Argentina, existen fanáticos locos que respiran y viven por sus equipos locales y nacionales. Para ellos, el fútbol es más que un deporte, es una manera de vivir. Son partes de cada triunfo y cada derrota, y le duelen con sus equipos como si hubieran jugado en los partidos. Más dramático que otros deportes como el fútbol americano, el fútbol es algo romántico; cada jugador tiene un estilo de jugar único y los partidos siguen con fluidez. No hay tiempos de interrupción como en otros deportes, algo que sirve para dar un aspecto único al fútbol y lo hace un gran espectáculo para ver. En cada minuto ocurre algo y los jugadores no tienen tiempo para pensar; juegan con un ritmo dinámico y las estrategias de los equipos no son fáciles para ver desde lejos. En los diferentes países del mundo hay estilos de jugar diferentes, hechos en culturas de fútbol y valores diferentes. Los de España juegan con paciencia impresionante en combinación con pasas y jugadas con el balón muy deliberadas que han llegado a ser llamadas “tiki taka”, mientras los equipos de Brazil juegan con pasión increíble y habilidades con el balón únicos; aman jugar el fútbol y han creado un estilo de jugar hecho en pasión, ritmo, y energía. Detrás de cada partido de fútbol hay jugadores que han vivido el deporte todos sus vidas y les importalo más que todo. Los aspectos humanos del partido en combinación con las emociones, sentimientos, y gran importancia de los seguidores y comunidades han convertido el fútbol en cultura. Todos tratan el fútbol como su propio, y tiene un lugar irremplazable en las corazones de todos que lo han jugado.
David Gill