La violencia que viene con partidos de fútbol no es un fenómeno nuevo dentro y fuera de la cancha. Sin embargo, la magnitud de violencia en la semifinal de la Copa de África entre Ghana y Guinea Ecuatorial era estremecedor y en mi opinión, inaceptable.
La semifinal tuvo lugar el 5 de febrero en el estadio de Malabo y empezó como un partido estándar. Desde el intermedio, Ghana dirigió el juego con dos goles (Wakaso, A. Ayew) a cero [1]. Se declara que después del tercer gol ghanés marcado por Andre Ayew, unos 200 hinchos ghaneses buscaron seguridad en uno de los fondos del terreno de juego para huir de los aficionados locales, quienes estuvieron lanzando objetos a los ghaneses [2]. En el minuto 83, el árbitro suspendió el juego por 40 minutos para que la policía podriá restuarar ordén cuando los jugadores, técnicos y el árbitro hablaron en la cancha. Después de la pausa, Ghana ganó 3-0, pero los acontecimientos dejaron 36 personas heridas.
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El próximo día, el 6 de febrero, el Comité Disciplinario de la Confederación Africana de Fútbol (CAF) decidió sancionar a Guinea Ecuatorial, la cual tendrá que pagar $100 mil por los incidentes del partido ante Ghana [2].
[1] http://www.bbc.com/sport/0/football/31033703
[2] http://eltiempolatino.com/news/2015/feb/06/multan-guinea-por-violencia-en-la-copa-africa/
[3] http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2015/02/150206_deportes_gch_futbol_copa_africana_violencia_ghana_guinea_ecuatorial_jmp
[4] http://www.elmundo.es/internacional/2015/02/08/54d7b10ce2704ef8078b4578.html