En “Football as a world-view and as ritual”, el antropólogo francés Christian Bromberger (1995) explica las razones de la gran capacidad de convocatoria del futbol. Vinculando el gran éxito de este deporte con el hecho de que evoca los valores de las sociedades modernas (como la recompensa al mérito colectivo e individual), Bromberger también destaca el aspecto ritual del futbol. Asimismo, el antropólogo señala que el futbol representa los ideales de las sociedades democráticas, al mostrar a través de los héroes del balón que prácticamente cualquiera puede volverse “alguien”. No obstante, Bromberger explica que el mérito no es suficiente en el futbol. Existe un sentido de destino, una creencia en el rol de la suerte presente tanto en los espectadores como en los participantes del futbol. Por ello, este deporte puede ser entendido como un ritual en el que prácticas “mágico-religiosas” juegan un rol sumamente significativo, aunque de una manera muy particular. Jugadores y espectadores tienen sus propios ritos propiciatorios, los cuales son tomados prestados del más diversos universos mágico-religiosos.
En este sentido, Bromberger subraya que el estadio también es un espectáculo en sí mismo. Los fans también buscan satisfacer su necesidad colectiva e individual de reconocimiento y, para ello, se valen de diversos medios. Ya que el futbol promueve identificaciones colectivas e invoca lealtades –las cuales se movilizan especialmente durante encuentros entre rivales locales o regionales–, los partidos pueden tomar la forma de una “guerra ritualizada”, en la que las pancartas, los himnos y las fanfarrias de los fans son algunos ejemplos.
En la cinta experimental Zidane: Un Retrato del Siglo XXI, dirigida por Douglas Gordon y Phillippe Parreno (2006), se pueden observar muchos de los puntos hechos por Bromberger. Con diecisiete cámaras instaladas en el Estado Santiago Bernabéu de Madrid, esta cinta se filmó el 23 de abril del 2005 durante un partido entre el Real Madrid y el Villarreal CF. No obstante, la particularidad de este filme consiste en que las cámaras, más que seguir al balón, se enfocaron únicamente en el jugador Zinedine Zidane, quien es considerado uno de los héroes de la historia del futbol. A lo largo de la hora y media que dura el filme, apenas se pueden escuchar algunas palabras enunciadas por Zidane. Prácticamente todo transcurre entre el silencio, el estruendo del público al fondo, y la respiración del jugador.
Como ha señalado Laurent Dubois, al igual que otros filmes experimentales, Zidane presenta su argumento en la forma y no tanto en la narrativa. Este filme es, en otras palabras, un intento de representar al futbol en una manera radicalmente diferente a lo que estamos acostumbrados. Los directores de la cinta, Gordon y Phillippe, quienes tienen experiencia en el arte experimental contemporáneo, no presentan una imagen macro del partido, ni se enfocan en sus momentos clímax (como los goles). Más bien, los directores ofrecen un retrato exclusivo de Zidane, no sólo en acción durante el juego, sino en aquellos momentos de espera e inactividad. Estos son aspectos que también forman parte de cualquier partido, pero tienden a ignorarse debido a la imagen global ofrecida en los medios tradicionales.
He aquí un par de reseñas interesantes:
https://criticalcinemareview.wordpress.com/2012/11/20/zidane-un-retrato-del-siglo-xxi/
http://paloctm.com/zidane-un-retrato-del-siglo-xxi/
Esta semana en la clase “Soccer Politics” de Duke University, solicitamos que los estudiantes publiquen comentarios en respuesta a este post, en los que relacionen su lectura del artículo de 1995 de Christian Bromberger con el filme Zidane: A 21st-Century Portrait. Específicamente, esperamos que los estudiantes encuentren momentos particulares en la cinta que hablen de o ilustren puntos específicos hechos por Bromberger sobre cómo es que funciona un partido de futbol, y lo que podemos ver dentro de éste. Al hacer este ejercicio, pedimos que los estudiantes compartan citas específicas del artículo de Bromberger y mencionen momentos específicos de la cinta.
En su ensayo Football as a World-View and as a Ritual, Michael Bromberger discute la dinámica especial del fútbol. El mantiene el punto de vista que el futbol es una meritocracia donde los jugadores y los equipos ganan (o pierden) de acuerdo a su talento y habilidad (Bromberger 296). Similarmente, Bromberger cree que el fútbol puede servir como un mecanismo para conferir “estatus,” donde hasta la gente más pobre y abusada, como Pelé, se puede volver héroes (296). De acuerdo, uno puede ver esto en la historia de Zinedine Zidane, el objeto principal del filme Zidane, un Retrate del Siglo XXI. Zidane supera la pobreza con que se enfrenta en su infancia para volverse una de las estrellas más grandes del fútbol. Sin embargo, el filme también se pone en contra (indirectamente) con la supuesta meritocracia que pinta Bromberger. Comenzando la era de “Los Galácticos,” Zidane es una pieza clave en un equipo repleto de estrellas como Figo, Ronaldo, y Beckham, adquiridos por vastas sumas. De esta manera, el Real Madrid logró dominar la liga española y la europea por varios años, no a través de la determinación o de algún talento desarrollado internamente, si no a través del dinero. ¿Y la meritocracia? No existió. Lo que sí se puede observar, o, mejor dicho, escuchar, en el filme son los aficionados en el Estadio Bernabéu. Lo especial de Zidane era que fue un jugador amado por casi todos (por lo menos afuera del mundial), al contrario del caso de “La Pantera Negra” y Boniek describido por Bromberger (297). Por eso Zidane es una figura tan admirada en la esfera futbolística, y fue un placer poder admirar su habilidad y maestría del deporte en este filme.
En su ensayo Football as a World-View and as a Ritual, Michael Bromberger discute la dinámica especial del fútbol. El mantiene el punto de vista que el futbol es una meritocracia donde los jugadores y los equipos ganan (o pierden) de acuerdo a su talento y habilidad (Bromberger 296). Similarmente, Bromberger cree que el fútbol puede servir como un mecanismo para conferir “estatus,” donde hasta la gente más pobre y abusada, como Pelé, se puede volver héroes (296). De acuerdo, uno puede ver esto en la historia de Zinedine Zidane, el objeto principal del filme Zidane, un Retrate del Siglo XXI. Zidane supera la pobreza con que se enfrenta en su infancia para volverse una de las estrellas más grandes del fútbol. Sin embargo, el filme también se pone en contra (indirectamente) con la supuesta meritocracia que pinta Bromberger. Comenzando la era de “Los Galácticos,” Zidane es una pieza clave en un equipo repleto de estrellas como Figo, Ronaldo, y Beckham, adquiridos por vastas sumas. De esta manera, el Real Madrid logró dominar la liga española y la europea por varios años, no a través de la determinación o de algún talento desarrollado internamente, si no a través del dinero. ¿Y la meritocracia? No existió. Lo que sí se puede observar, o, mejor dicho, escuchar, en el filme son los aficionados en el Estadio Bernabéu. Lo especial de Zidane era que fue un jugador amado por casi todos (por lo menos afuera del mundial), al contrario del caso de “La Pantera Negra” y Boniek describido por Bromberger (297). Por eso Zidane es una figura tan admirada en la esfera futbolística, y fue un placer poder admirar su habilidad y maestría del deporte en este filme.
¡Hola Matías! Gracias por tu respuesta tan analítica. Para poder discutir el filme, hay que entender primero quién es Zidane, y tú hiciste muy bien al contextualizarlo y ponerlo en relación con los planteamientos de Bromberger (como lo que dice sobre el mérito individual y la posibilidad única que ofrece el futbol a los jugadores de adquirir una mejor posición o estatus). Igualmente, creo que es una gran aportación la crítica que haces a la idea de que el futbol se rige únicamente en términos de meritocracia. Desde mi interpretación, lo que Bromberger subraya es que el mérito es más bien un “ideal”en el futbol, aunque no necesariamente se ponga en práctica, pues hay muchos aspectos que se interponen entre el mérito personal -o colectivo- y el éxito. Como sea, el dinero es un asunto que no podemos perder de vista al estudiar al futbol, como tu análisis demuestra, sobre todo cuando este deporte representa un negocio multimillonario a nivel mundial. Este es un tema que Bromberger no analiza con mucho detalle (quizá por estar más centrado en las cuestiones rituales del futbol). Por ello, será muy importante que en nuestra discusión el próximo martes menciones esta crítica a la idea de meritocracia y el rol del dinero en el futbol.
“Zidane: Un Retrato del Siglo XXI” representa una perspectiva única sobre el futbol. En vez de observar el juego normalmente, en donde el público puede ver a casi todos los jugadores al mismo tiempo e identificar dónde está la pelota en la cancha, esta película elimina ese aspecto colectivo y se enfoca únicamente en Zinedine Zidane. En el artículo “Football as World-view and as Ritual,” el antropólogo Bomberger describe el fútbol como un deporte colectivo, afirmando “As well as individual performance, it need not be stressed that football values teamwork, solidarity, division of labour and collective planning”(296). Aunque este esfuerzo colectivo puede parecer ausente en la película de Zidane, hay momentos en los que Zidane no toca la pelota y en vez mira alrededor y habla con otros jugadores, mostrando la importancia del equipo entero. Adicionalmente, demuestra que el individuo no es el componente principal de un partido de fútbol y de un equipo.
La película Zidane también enfatiza la importancia del sonido y los ruidos a lo largo de un partido. Aunque la película se centra en Zidane, el sonido del público es integral en la película y afecta a los jugadores de una manera significativa. Bromberger, en su artículo, menciona el poder del sonido y también la importancia del público. Zidane reconoce la importancia de los sonidos y del público en el estadio, el menciona que apenas entra al estadio el puede sentir y escuchar la presencia del publico y también dice que el nunca esta solo. Aunque la película se centra exclusivamente en Zidane, es evidente por sus acciones y por sus pensamientos que el fútbol no es un deporte individual, sino un esfuerzo colectivo entre los entrenadores, jugadores del equipo y el público.
¡Hola Luisa! Me ha gustado mucho la forma en que pones en diálogo a la película con el texto de Bromberger, en términos de ese constante ir y venir entre lo “colectivo” y lo “individual”. Es cierto que aunque el documental está centrado en Zidane como individuo, demuestra que él no es el componente principal del equipo ni del partido. Esto me hace pensar que en el futbol el todo es más importante que la suma de las partes. Como tú dices, el futbol es producto del esfuerzo de entrenadores, jugadores y público, y no podemos entenderlo si no consideramos las interacciones entre estas partes, todas fundamentales. Asimismo, estoy de acuerdo contigo y con otros compañeros que también han comentado, en que los ruidos (y los silencios) son muy importantes en un partido. Los sonidos son parte de esa interacción entre público y jugadores que hace del futbol un deporte tan único. ¡Definitivamente tenemos que seguir hablando más de estos temas el próximo martes, así que espero que puedas mencionar tus observaciones tan relevantes!
El ensayo “Football As World-View And As Ritual,” contextualiza las formas en que el fútbol es modelado en las mismas formas que nuestra sociedad funciona, y las cosas que nosotros como una población valoriza. La incertitud de cada día y evento, trabajando duro para lograr sus metas, perdida y suerte: todas las cosas que crían el amor de este deporte causan Bromberger y otros antropólogos a comparar los aficionados a seguidores de una religión. Y en muchas formas, siendo un fanático de algún equipo contiene elementos de las religiones mayores del mundo. Te conviertes en algo más grande que ti mismo, conectándote a tu ciudad o país con canciones, bailes, y rituales. Aunque el estadio todavía divide las personas entre clases sociales, no hay muchas cosas en la vida que sobrepasan las divisiones entre las personas como el fútbol durante partidos enormes e importantes.
Este contexto es importante cuando asistes una película como Zidane: Un Retrato del Siglo XXI. La pasión de los espectadores puede ser sentido, aunque por el partido, la camera está enfocado en un jugador. Aunque no tenga la pelota por mucho tiempo, puedes ver como Zidane ayuda sus compañeros en la cancha, y más que eso, las formas en como reacciona a las decisiones de los árbitros después de las decisiones controversiales. De hecho, sus reacciones son tan apasionados que al final del partido, fue echado del juego. Aunque pensaba que sus acciones eran merecidas por la falta que el oponente causó contra su compañero, el árbitro tiene la última palabra.
¡Hola Jair! Qué bueno que mencionas el tema de la clase y cómo esto de hecho se puede observar en la distribución del público en el estadio. Las jerarquías son un tema complejo cuando hablamos de futbol, definitivamente, y es bien cierto que en la devoción por un mismo equipo las diferencias de clase o jerarquías sociales pueden ser superadas (aunque sea momentáneamente). Me parece muy bien dicho cuando explicas que el futbol convierte en algo más grande que tú mismo, y te da ese sentimiento de conexión con tu ciudad o país, sobre todo con esos elementos rituales como los bailes o canciones que entonan los fans en los partidos. Todo esto tiene mucha relación con el tema de identidad colectiva, nacionalismo y ciudadanía que también han señalado Ally, Jonathan y otros compañeros. ¡Ojalá podamos discutir esto y el tema de la pasión de jugadores como Zidane el martes!
¡Me interesé mucho la idea de futbol como una religión que presentaste en su ensayo! Me lo recordé la idea de Bromberger que futbol también es una parte importante de la identidad de los fanáticos. En particular, su idea que para muchos fanáticos “the transition from them to us is not made” (302) demuestra que lo que pasa en el estadio, afecta mas que simplemente un juego; también afecta la identidad de los jugadores y de los fanáticos. Por eso, cuando Zidane recibió la tarjeta roja por sus confrontaciones con los otros jugadores, el sentía que una injusticia había pasado y los fanáticos también lo sentían porque ganar el match sería una reafirmación de sus identidades. Así que los equipos de futbol funcionan como un tipo del nacionalismo, o según Bromberger los equipos son “symbols of a specific mode of collective existence” (303). Por ejemplo, cuando alguien inmigra a un país, amar al equipo es necesario para asimilar. Por eso, aunque las dificultades de Zidane durante el match parecían muy personales (porque las cámaras le estaban tan enfocadas), en realidad habían efectos para el estadio, para su ciudad, y para su país porque según muchos fanáticos, su equipo representa su país and sus mismos.
¡Hola Ally! Gracias por tu comentario. Creo que es muy interesante cuando dices que lo que pasa en el estadio no sólo afecta al juego, sino que influye en las identidades de los jugadores y fanáticos. El tema de la identidad es fundamental para entender al futbol como un fenómeno social. Y, en efecto, el futbol ha funcionado como uno de esos espacios privilegiados en los que los nacionalismos se expresan con mayor fuerza u obviedad. Espero que puedas compartir tus importantes ideas el próximo martes en la discusión.
En su ensayo “Football as a world-view and as ritual,” Bromberger (1995) habla sobre como algunos equipos tienen una tendencia de fichar a jugadores extranjeros mientras otros tratan de mantener la cultura de solo emplear a jugadores que son de cierta región o país, por ejemplo el Athletic Bilbao solo contrata a jugadores que son del país vasco (Bromberger 305). A través del filme Zidane: Un Retrato del Siglo XXI, gané un mejor entendimiento de estos jugadores extranjeros y la fascinación de ficharlos especialmente en el Real Madrid. Es importante reconocer que Zidane fue parte del primer equipo de los galácticos del Real Madrid en que ficharon a un número de jugadores extranjeros por cantidades sumamente grandes, incluyendo al francés Zidane, el portugués Luis Figo, el inglés David Beckham y el brasileño Ronaldo. Jugaron en conjunto a algunos de los mejores jugadores españoles de esa época como Raúl, Guti, Iker Casillas y Michel Salgado. En el filme, estos jugadores se ven y es muy interesante ver la forma de comunicación entre jugadores que no dominan un lenguaje común que todos hablan. Mayoría de las palabras que dice Zidane son palabras cortas y fáciles de decir y entender, para facilitar la comunicación durante el juego. Este método de fichar a jugadores extranjeros de clase mundial al Real Madrid todavía se usa y algunos ejemplos notables son el portugués Cristiano Ronaldo, el galés Gareth Bale y el alemán Toni Kroos. Además, se nota que otros equipos han adoptado este método para mejor competir con el Real Madrid. Como dice Bromberger, hay una parcialidad para los fichajes extranjeros y traen con ellos un estilo nuevo de jugar y atraen el interés de los fanáticos, manteniendo el nivel de éxito del fútbol global.
¡Hola Jonathan! Haces un muy buen punto al señalar la fascinación que ciertos equipos tienen por fichar a jugadores extranjeros, mientras que otros clubes manifiestan un rotundo rechazo a recibir jugadores foráneos. Esto responde a múltiples factores, entre ellos financieros, pero también a las nociones que los clubes tienen sobre identidad y ciudadanía, sobre todo cuando pensamos que el futbol es un medio sumamente potente para movilizar colectividades, pues se supone que los equipos representan a algo o alguien. El ejemplo que mencionas sobre el Athletic de Bilbao es muy importante, específicamente por las condiciones históricas, nacionales y culturales del País Vasco. Será una muy buena contribución si el próximo martes puedes mencionar este mismo ejemplo en nuestra discusión.
En el ensayo, “Football as a world-view and as ritual.” Bloomberg (1995) escribe que el futbol es una combinacion de talento individual y de trabajo en equipo, en cual el trabajo se divide entre los once jugadores en la cancha, y que ambos elementos son necesario para ganar. La pelicula, Zidane: Un Retrato del Siglo XXI (2006), se enfoca solamente en el movimiento de Zidane, y durante el partido, es evidente como el trabajo necesario para ganar un partido de futbol esta divido entre los jugadores. Siguiendo solamente a Zidane, el camina o trota lento por mas de la mitad del partido, mientras sus compañeros se esfuerzan mas en esos momentos. Bloomberg tambien menciona el efecto del publico, y en especifico el dicho y cancion del club Liverpool, “You’ll never walk alone,” cual los aficionados le cantan a los jugadoes el empezar cada partido (1995). En la pelicula Zidane, Zidane esta reflejando sobre el futbol y dice, “Cuando pisas la cancha, se puede escuchar y sentir la presencia del publico … Nunca estas solo” (2006). En su articulo, Bloomberg tambien menciona que en el futbol, la felicidad de alguien es condicional en la mala fortuna de alguien mas (1995). Este aspecto del futbol se puede ver en varias partes de la pelicula. Al principio, cuando el arbitro silba un penal para el Villareal, Zidane, Roberto Carlos, y todos los jugadores del Real Madrid estan frustrados y enojados, mientras los jugadores del Villareal estan extaticos y mas cuando convierten el penal en un gol. Igual se ve al final del partido; despues de anotar el segundo gol para el Real Madrid y faltando pocos minutos hasta que sea el fin del partido, Roberto Carlos y Zidane estan platicando y sonriendo (2006). Gracias a que el Villareal va perdiendo, los jugadores del Real Madrid ahora estan contentos.
¡Hola Angel! Es muy bueno que menciones esas pocas palabras que se presentan durante el filme, y que nos dan una idea mucho más directa de lo que piensa Zidane. “Nunca estás solo”…para mí, esa es una de las partes más fuertes del documental, porque la presencia del público realmente impacta a los jugadores en la cancha. Y esto puede ser para bien o para mal, ya que las porras pueden hacer sentir al equipo mucho más confiado o cómodo, mientras que los insultos y burlas (por ejemplo, estoy pensando en los comentarios racistas dirigidos a los jugadores), obviamente, pueden ejercer una severa presión en el equipo. Ojalá el martes podamos discutir más sobre la interacción de los jugadores y los fans en los partidos. Y claro, seguir comentando cómo es que el futbol es escenario de esa dinámica casi “siniestra” (bromeo) en la que la felicidad de unos es a costa de la tragedia de otros.
En el ensayo “Football As World-View And As Ritual,” Bromberger (1995) nos recuerda que hay elementos ambos individuales y colectivos en el partido de fútbol. Mientras que este hecho parece más o menos obvio, cuando viendo partidos por televisión, es fácil olvidar que el equipo está compuesto de once jugadores diferentes. Creo que este ocurre porque los mejores equipos funcionan como un organismo unido. La película Zidane: Un Retrato del Siglo XXI (2006) saca todo el aspecto del futbol que representa un equipo de muchos jugadores individuales. En su enfoque singular, la película nos muestra lo que pasa en el nivel individual para un jugador.
Bromberger discute también el rol del estadio en fútbol. El partido sí es un espectáculo en que tiene jugadores en uniformes actuando los partes de las estrellas del deporte, realizando para los aficionados en el estadio y también para todas las personas siguiendo por la televisión o el radio. Mientras que los aficionados en los asientos del estadio están viendo el espectáculo, Bromberg también subraya que el estadio tiene una calidad especial en que “es un espectáculo ([por] el comportamiento de la multitud) (p. 300).” Podemos ver esta calidad en la película de Zidane porque los aficionados tienen una voz muy poderosa todo el partido. Cuando hay un momento significante en el partido, pero no necesariamente un gol, los aficionados tomaron sobre sí mismos para apoyar a los jugadores. Este es una cosa que se puede ver en todas las ligas. Los aficionados se ponen ruidoso cuando el equipo saque la pelota del otro equipo o cuando quieren que su equipo se mueva rápidamente al otro lado del campo para lograr un gol. Estos ejemplos antes mencionados son muy visibles en la película, y demuestran como las ultras son un gran parte del espectáculo, y de hecho son un parte tan grande del espectáculo como los jugadores.
¡Hola Noah! Definitivamente los fans son tan importantes para el espectáculo del futbol como lo son los mismos jugadores. Me has hecho pensar cuáles son los momentos específicos que provocan que los fans se pongan ruidosos durante un partido (porque dependiendo de lo que ocurra con el equipo al que apoyen, las reacciones son diferentes -e incluso pueden ser muy personalizadas). Por otro lado, es cierto que es muy fácil olvidar que los equipos están compuestos por 11 jugadores diferentes. Desde mi punto de vista, el gran mérito de la película es precisamente eso, que en vez de quedarse en lo macro (la imagen global del partido a la que estamos acostumbrados), nos da una probada de lo que ocurre a nivel micro o individual, como tú dices, permitiéndonos experimentar lo que vive un super jugador en un estadio de imponentes dimensiones.
Una de las cosas que más me llamó la atención mientras miré la película, Zidane, fue la manera en que los directores eligieron capturar los sonidos del partido. Se escucha muchos sonidos diferentes, como la respiración de Zidane, sus palabras dichas a otros jugadores, los pasos de varios jugadores, los gritos y canciones de los espectadores, y más al mirar la película. En varios momentos importantes del partido, como el gol metido por el Villarreal y los dos goles metidos por el Madrid, el sonido juega un rol profundo en nuestra comprensión de lo que acaba de pasar: el silencio profundo de la película después del gol del Villarreal es una amplificación de la reacción sorprendida compartida por los madridistas, y para ambos goles del Madrid, sabemos que el Madrid acaba de meter un gol a causa de los gritos inmensos y el aplauso subsiguiente, en vez de seguir el balón después de los pases de Zidane. Estos momentos nos subraya el hecho que el involucramiento de los espectadores, especialmente en sus gritos y canciones, es una gran parte de mirar y experimentar un partido de fútbol.
Bromberger habla de partidos de fútbol y la experiencia de los aficionados como “symbols of a specific mode of collective existence” (303) y el aspecto ritual del fútbol, especialmente en el sentido de que hay una obligación moral de participar en el ritual. Podemos pensar en esta obligación como una fuerza que causa que los espectadores vayan a los partidos y participen activamente en crear una atmósfera positiva para su equipo. El aplauso, los gritos, y las canciones de los aficionados funcionan como un coro en un espectáculo griego anciano: nos ofrece una reacción compartida ideal. Esta atmósfera, un resultado del ritual de fútbol, está vinculado tan estrechamente con nuestra concepción del juego que nos parece raro las ocasiones en las que el ruido y el involucramiento de los espectadores no están presentes, como varios momentos de la película. Recuerdo un partido del Madrid en la liga de campeones en 2016 frente a Legia Warsaw en el que UEFA no permitió que los aficionados de Warsaw asistieran al partido y cuán raro fue ver y escuchar un estadio vacío. La película de Zidane y el ensayo de Bromberger nos recuerda el rol integral de los espectadores y sus sonidos en un partido de fútbol, y cuán raro son las ocasiones en las que no experimentamos el partido y el sonido en conjunto.
¡Hola Grant! Qué bueno que señalas la centralidad de los sonidos en el filme. Concuerdo contigo en que son los sonidos -¡y los silencios!- los que nos ayudan a entender el argumento de la película (personalmente también creo que la música es muy buena). Creo que lo que dices sobre el involucramiento de los espectadores que aparecen en el filme es fundamental para entender lo que explica Bromberger, sobre cómo el estadio es en sí mismo un espectáculo. Y es muy interesante también pensar en lo que ocurre cuando los estadios están vacíos durante un partido, pues creo que es en esos momentos cuando uno puede confirmar cuán relevante es el rol de los fans para el futbol en general. Sería muy bueno que el próximo martes nos pudieras contar más sobre el ejemplo del partido del Legia Warsaw en el que no se permitió la asistencia de sus fans.
En su ensayo “Football as a world-view and as ritual,” Bromberger (1995) explica que se celebra el mérito de los jugadores y del equipo pero a la vez se presenta el rol de la suerte y del engaño en términos de lograr tener éxito (Bromberger 297). Al ver la película Zidane (2006), me llamaron la atención dos incidentes entre Zidane y el árbitro que subraya este rol del engaño en el camino de tener éxito: el penal de Valencia y la tarjeta roja de Zidane.
Bromberger (1995) dice que el engaño puede dar una ventaja para el jugador y que el deber del árbitro es oponer esta decepción (Bromberger 297). Cuando el árbitro decide adjudicar un penal dudoso al Villarreal, se rompe la calma de Zidane que fue presente antes del incidente. El jugador francés aparece decir sus primeras palabras en español después de que Villarreal marca su gol, dirigidas al árbitro: “Qué vergüenza!” Por verbalizar su frustración a la decisión del árbitro, Zidane reconoce que su equipo está perdiendo el control del partido. A pesar de que el equipo de Real Madrid tiene los jugadores mejores, incluso leyendas como Beckham, Ronaldo, Roberto Carlos, Raúl y Owen, el engaño (en la opinión de Zidane) va a interferir con el resultado justo del partido, que debe ser una victoria para el Real.
Similarmente, la pelea al final del partido representa este mismo concepto. Ahora, Real Madrid está ganando y seguramente va a obtener el resultado que quieren con solamente segundos restante en el partido. Cuando Zidane ve que un jugador de Villarreal hizo falta rudamente contra un compañero, Zidane pierde control para la segunda vez y se enfrenta con el culpable. Como resultado, Zidane es despedido del campo por el árbitro.
Entonces, este miedo de perder el control del partido resuelta en estas dos acciones de violencia de Zidane. Debido a que el equipo de Real tiene los jugadores de mérito, naturalmente, según Zidane, el Real merece la victoria. Sin embargo, el árbitro es un obstáculo a este éxito. Cuando Zidane se da cuenta de que pierde control del árbitro, Zidane reacciona violentamente dos veces, que resuelta en su expulsión del partido. Así se ve la relación entre el mérito y el engaño en la obras de Bromberger (1995) y Zidane (2006).
¡Hola Davis! Me parece muy importante el punto que señalas sobre la dinámica entre Zidane y el árbitro, un antagonismo que se explica por sí mismo en la película, sin necesidad de muchas palabras. También creo que es muy interesante la relación que estableces entre el engaño y el éxito en la película, y cómo el árbitro puede interferir en el “destino” de un equipo, dejando la sensación de injusticia y frustración para los afectados. Como ya lo dice Bromberger, el futbol tiene un sistema de justicia imperfecto. Espero que el próximo martes podemos discutir más sobre el rol de los árbitros, el engaño, y como el mérito no es suficiente (¡aún cuando se tengan a los mejores jugadores!).