Un tema importante dentro de la Liga Premier Inglés (EPL) durante los últimos diez años ha sido la contratación y el despido de los entrenadores de los clubes de fútbol. En este tiempo, en particular los últimos cinco años, los clubes han despedido los entrenadores a un ritmo cada vez más rápido. Cuando se ve a los equipos de la EPL, Arsene Wenger, el entrenador del Arsenal, es el único entrenador que ha estado con su equipo por más de tres años. De hecho, la mayoría de los entrenadores del EPL en la actualidad no termina dos temporadas completas antes de estar despedido. Por ejemplo, durante los últimos nueve años, el Chelsea ha tenido ocho entrenadores de diferentes. Su último entrenador, José Mourinho, es supuestamente uno de los mejores entrenadores del juego del fútbol en este momento, pero recientemente el Chelsea le despidió después de poco más de dos temporadas con el club.
El problema con el juego en este momento es que los entrenadores se han convertido en el chivo expiatorio de las luchas de un club. Cuando un equipo no está jugando muy bien, sería difícil para un propietario a despedir todos los jugadores del equipo. En su lugar, pueden simplemente culpar al entrenador para “elegir” el equipo equivocado o tomar pobres decisiones tácticas. Esto puede pasar con los entrenadores de algunos equipos, pero la mayoría de las veces, los problemas no vienen completamente del entrenador. Si los entrenadores no tienen suficiente tiempo o no reciben suficientes fondos de inversión para construir su equipo, no hay esperanza para el equipo a tener éxito bajo su dirección. En mi experiencia con el fútbol Inglés, toma un entrenador más de sólo dos ventanas de transferencia (una temporada completa con el club) para formar de nuevo el equipo.
Por desgracia, con la cantidad de dinero en el fútbol, es muy difícil para los propietarios dar a los entrenadores tiempo suficiente para reestructurar el club. Los propietarios quieren resultados a corto plazo, sobre todo si se invierten mucho dinero en jugadores nuevos. El juego se ha convertido demasiado en una empresa. Con la demanda de éxito rápido y continuo, es sorprendente que la gente todavía quieren estar un entrenador de un club de fútbol de hoy en día.
