El fútbol como ritual y un experimento cinematográfico con Zidane en la cancha

By | January 11, 2019

Para esta semana discutiremos la idea del fútbol como ritual, propuesta por el antropólogo francés Christian Bromberger, en dialogo con la película Zidane, un retrato del siglo XXI.

Bromberger ha estudiado durante años los partidos de fútbol y el comportamiento de sus fans. En su libro en francés, Le match de football, el antropólogo se enfoca en cómo los fans de Marsella, Nápoles y Turín experimentan e interpretan los partidos del fútbol europeo. A partir de sus observaciones Bormberger propone pensar el fútbol como ritual y explorar el rol particular de lo que él llama prácticas mágico-religiosas en el contexto del fútbol.

En el artículo “Football as a world-view and as ritual” (1995), Bromberger condensa los hallazgos de su investigación y resalta, entre otras cosas, la capacidad que tiene el fútbol para unir a las personas al tiempo que las polariza, el hecho de que, como deporte, el fútbol contiene los valores característicos de las sociedades contemporáneas, y que por su carácter multifacético se presta para un sinfín de interpretaciones.

La película Zidane, un retrato del siglo XXI, por su parte, ofrece una ventana sinigual para explorar el carácter ritualista del fútbol, así como muchas de las observaciones de Bromberger. Filmada con 17 cámaras simultáneas, la película se enfoca exclusivamente en Zinedine Zidane durante el partido entre el Real Madrid y el Villarreal el 23 de abril de 2005 en el Estadio Santiago Bernabéu de Madrid.

 

By Nathan Congleton, taken on August 2, 2016

Esta decisión de enfocar únicamente a Zidane dista por completo del tipo de imágenes que los medios tradicionales capturan de los partidos y ofrece un punto de vista completamente innovador sobre el deporte y sobre Zidane, considerado uno de los mejores jugadores en la historia del fútbol. Sus directores son el francés Phillipe Parreno y el británico Douglas Gordon, quienes, además de ser cineastas, son artistas conceptuales con experiencia en video-arte, y en la película se puede apreciar el estilo experimental de estos artistas.

 

 

Acá hay dos reseñas interesantes sobre la película:

Critical Cinema Review WordPress

Temporada de relámpagos: Revista de arte y cultura

 

Esta semana en la clase “Soccer Politics” de Duke University, solicitamos que los estudiantes publiquen comentarios en respuesta a este post, en los que relacionen su lectura del artículo de 1995 de Christian Bromberger con el filme Zidane: A 21st-Century Portrait. Específicamente, esperamos que los estudiantes encuentren momentos particulares en la cinta que hablen de o ilustren puntos específicos hechos por Bromberger sobre cómo es que funciona un partido de futbol, y lo que podemos ver dentro de éste. Al hacer este ejercicio, pedimos que los estudiantes compartan citas específicas del artículo de Bromberger y mencionen momentos específicos de la cinta.

17 thoughts on “El fútbol como ritual y un experimento cinematográfico con Zidane en la cancha

  1. Lola Sanchez-Carrion

    Dentro de su análisis del fútbol, Bromberger habla sobre la capacidad del fútbol para representar las reglas y normas sociales que se manifiestan en la vida real. Una de esas reglas, que Bromberger define como la “regla dorada”, es la tendencia de las sociedades modernas de fundarse en la evaluación de la habilidad (Bromberger, 296). Esa celebración de habilidad se manifiesta a través de símbolos e íconos futbolísticos como Pelé y, en el caso de la película, Zidane, personajes del fútbol que nos hacen sentir que “cualquiera puede convertirse en alguien” (296). La película Zidane es un ejemplo clave de cómo ponemos a ciertos jugadores en un pedestal porque representan la culminación de habilidad y esfuerzo al que nosotros queremos llegar no solo en el deporte pero también en la vida real.

    Al darnos una película totalmente desde la perspectiva del célebre jugador Francés, nos recuerda que hasta cierto punto, se podría decir que el fútbol es más una celebración de talento individual que de esfuerzo colectivo. La película exagera esto con su enfoque limitado de Zidane, pero lo hace de manera exitosa porque no te da la sensación de que te estás perdiendo de mucho del partido por estar con esa imagen “reducida”. Es más, estás viendo lo “mejor” del partido, es decir, tienes un “close-up” del jugador más habilitado entonces te vas olvidando de los otros pedazos del rompecabezas que logran que se arme el partido. Como dijo Evelyn Marquez en su análisis de la película, “vemos un partido completo, pero sin verlo”.

    Una imagen en particular que me marcó fue la de una falta que se le cometió a Zidane en el minuto 13:30. La película no solo nos brinde un “zoom” de la falta, sino que la repiten varias veces después. Esta decisión editorial de resaltar cada acción de Zidane desde cerca y, en el caso de la falta, múltiples veces, demuestra cómo el fútbol muchas veces es una celebración de juego individual y no tanto del colectivo. Con esta escena, no tenemos acceso a lo que sucedió antes de la falta. ¿De dónde vino la pelota? ¿Que otros jugadores estuvieron involucrados en lo que culminó con ese pase a Zidane? No lo vemos, pero no nos importa cuando estamos viendo la película. También este momento en particular me recordó a las tendencias teatrales del fútbol que describe Galeano en su libro. La actuación del jugador es, hasta cierto punto, casi igual de importante que su habilidad técnica. Bromberger estaría de acuerdo con Galeano, ya que nos dice en su análisis que no debemos dejar en el olvido estas pequeñas trampas que “se emplean de manera oportuna y que terminan siendo ventajosas” (297).

    El papel del jugador individual en el fútbol es indudablemente importante, pero sería irresponsable negar el aspecto colectivo del fútbol, ese que Bromberger define como un sentido de “communitas” donde se manifiesta “un esencial y genérico enlace, que sin él no podría existir ningún grupo social” (306). A pesar de ser una película construida totalmente desde la perspectiva de Zidane, los subtítulos de sus pensamientos resaltan cómo él depende de ese sentido de “communitas” para mantenerse sano y enfocado en el juego. En el minuto 26, con la cámara enfocada en Zidane, aparecen subtítulos explicando los sonidos en los que él se enfoca al jugar. Dice que uno, al estar en la cancha, no escucha tanto el alboroto de gente pero “sabe que no está solo”. A pesar de no poder diferenciar esas voces y reconocerlas durante el juego, esa presencia de tantos fans leales influye la confianza del jugador y su sentido de pertenencia en la cancha. Algo que la película no resalta, pero que Bromberger define como un aspecto importante del fútbol es el “trabajo en equipo, la solidaridad, la división de labor y planeamiento colectivo” que sirve como base de cualquier partido (Bromberger, 296). A pesar de que el sentido colectivo del deporte se siente en la película a través de los fans, que se convierten en una masa alentadora con un mismo propósito, los directores nos privan del sentido colectivo dentro del mismo equipo. Esto lo hacen a propósito para nuevamente hacernos recordar de la importancia que le damos a los ídolos e íconos en el fútbol, y lo fácil que es dejar al resto del equipo de lado.

    El artículo de Evelyn Marquez que usé como referencia:

    https://temporadaderelampagos.com/2015/08/06/sobre-zidane-un-retrato-del-siglo-xxi-de-douglas-gordon-y-philippe-parreno/

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  2. Tomas Cabo-Hervada

    La distinción principal entre el trabajo de Christian Bromberger, “Football as a world view and as ritual” y la película “Zidane, un retrato del siglo XXI”, dirigida por Douglas Gordon y Philippe Parreno, es una de perspectiva. El articulo nos presenta un análisis del futbol en general, con una discusión elaborada sobre los jugadores, los aficionados, y todo lo demás, mientras la película nos presenta con el perspectivo de un único jugador en unos pocos instantes de un solo partido de futbol. A pesar de este aparente contraste, resulta que las dos obras tienen bastante en común.

    En el articulo, Bromberger dice que el fútbol, “celebra el merito, actuación, y competición entre seres iguales, una indicación de la incertidumbre y el cambio constante del estatus colectivo e individual.” Para mi, esto es una expresión de la humanidad del futbol, una realización que una vez que se entra en el estadio, ya no importan las diferencias sociales ni económicas, solo una apreciación colectiva para el juego. En la película, vemos a un individual, Zidane, solo la mayoría del partido, casi indistinguible de los otros jugadores si no fuese por su fama, significando que realmente es un ser igual que los demás, por lo menos hasta hacer algo increíble que lo separa de la competición.

    Muchos de los argumentos de Bromberger estaban reflejados en el partido representado en la película. En el articulo, Bromberger dijo que el fútbol “encarna una imagen del mundo de hoy que toma forma consistente y contradictoria.” La contradicción a lo consistente se ve a lo largo de la película de Zidane. Aquí tenemos a un gran jugador, uno de los mejores, por lo menos tomando en consideración su entera carrera. Pero la película enfocando en Zidane cuenta una historia diferente. La mayoría del partido Zidane nos demuestra algo mediocre, hasta recibiendo una tarjeta.

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  3. Rosie E

    Muchos de los puntos en el artículo Football as a World-View and as a ritual escrito por Christian Bromberger son demostrados en la película Zidane: A 21st Century Portrait. En estos párrafos voy a hablar de los que más me llamaron la atención.
    En el artículo, Bromberger habla de la importancia de los fanáticos del futbol y en la manera que interactúan entre ellos y los jugadores. “During a match, the biased behaviour of the crowd is certainly a noisy affirmation of a specific identity, but it is also a condition of taking part in the excitement.” (Página 302), los espectadores tienen un papel crucial en el juego y su pasión demuestra que para ellos el futbol no es un simple pasatiempo si no una parte integral de su identidad. Aunque la película tiene música en el trasfondo el sonido más prominente son los gritos de los hinchas. Durante todo el partido, el ruido que hacen los espectadores es lo que más se oye. Los directores de Zidane: A 21st Century Portrait, podrían haber no incluido el clamor de la audiencia, ya que no es muy agradable; pero al hacerlo podemos sentir la experiencia de Zidane.
    En clase hablamos un poco sobre la vida de Zidane. Aprendimos que venía de una familia de un estatus socioeconómico bajo, pero en su vida su éxito como jugador de futbol cambio eso completamente.En la página 296, Bromberger menciona que, “The popularity of sport lies in its ability to embody the ideals of democratic societies by showing us, through its heroes, that anyone – like Pele, for instance – can become someone, that status is not conferred at birth, but is won in the course of a lifetime.” Esto está reflejado en Zidane, es un ejemplo perfecto que demuestra que el futbol crea heroes sin importar el origen. En la película vemos a Zidane solo, y aunque sabemos que es un jugador extremadamente importante, los directores no crearon la percepción de que era más significativo que otro jugador. Cuando es expulsado del juego se nota que la audiencia tiene una reacción muy fuerte y por eso una persona viendo la película puede darse cuenta que él ha ganado estatus.

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    1. Tomas Cabo-Hervada

      Rosie, con respeto a tu comentario sobre la importancia de los sonidos de los aficionados, estoy de acuerdo. De hecho, los sonidos de los aficionados y el ambiente del estadio es tan poderoso que puede influenciar el resultado del partido. Este fenómeno se ve cuando uno compara los partidos “en casa” y los partidos jugados fuera de casa. Los gritos y ruidos de los aficionados no solo son una representación de unidad y apoyo para los equipos, sino dan una sensación de sentido para los jugadores. No hay duda que es una parte integral de la experiencia.

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  4. Sujay Rao

    Hay muchas similtudes y conexiones entre la película “Zidane, un retrato del siglo XXI” y el artículo de Bromberger “Football as a world-view and as ritual”. Primero, Bromberger escribe como el estadio es un lugar especial donde las emociones se desatan y donde se permiten expresar valores socialmente tabú. Se puede ver evidencia en el film con los coros de abucheos que sigue despues de una falta y los tamboreos y cantas de las grandas. Estos abucheos significa que los aficionados imponen un mayor significado sobre los jugadores y la salud y bienestar de los jugadores es la misma de los aficionados. Aunque una rivalidad entre Real Madrid y Villareal no es muy apasionada, la división de “los otros” y “nosotros” es obvio.

    También Bromberger escribe que fútbol “encarna una imagen del mundo actual que es a la vez consistente y contradictoria. Celebra el mérito individual y colectivo en forma de una competencia que busca recompensar lo mejor, pero también subraya el papel de la suerte y el engaño en el logro del éxito, los cuales, a su manera, se ríen ante el mérito.” En el contexto del partido, Zidane se considera como uno de los mejores jugadores en el mundo y
    recibe una carta roja y tuvo que salir el partido. En este caso, el mérito de Zidane juga ninguna parte en su presencia en el partido

    Finalmente, Bromberger discute la idea de “mors tua, vita mea” donde el fútbol declara fuerte y claro que en un mundo donde los bienes materiales y simbólicos son limitados, la felicidad de una persona está condicionada a la desgracia de otra. En este caso, Real Madrid triunfó sobre Villareal. También significa la interconexión de destinos individuales y colectivos en el camino de la felicidad.

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  5. Antonio Salinas

    El artículo de Bromberger habla principalmente sobre los aspectos colectivos de un partido de fútbol. Bromberger comienza hablando de como hay una discrepancia importante entre lo insignificante que puede parecer el fútbol a distancia y la intensidad que genera en los aficionados, lo cual la película enseña de muy buena manera. Bromberger menciona que el fútbol tiene ciertos aspectos que lo han hecho crecer a nivel mundial de una manera sumamente acelerada. Sin embargo, los directores de la película de Zidane se enfocan más en los aspectos solitarios que hay en un partido de fútbol, y sobre la experiencia diferente que tiene un aficionado en las gradas a la que tiene un futbolista en la cancha.

    En la página 297, Bromberger menciona que uno no se debe olvidar de la cantidad de poder que un arbitro tiene durante el partido; esto se puede observar muchas veces durante la película. En el minuto 31:20, el arbitro marca un penalti sumamente cuestionable a favor del Villarreal. Los jugadores del Real Madrid se quejan muchísimo; Zidane incluso le dice que debería estar avergonzado de su decisión. La decisión causa que los aficionados en el Bernabéu comienzan a silbar en desacuerdo, ya que ellos también sienten que fue una pésima decision. En el minuto 83 podemos ver el poder del arbitro una vez más ya que después de una serie de empujones decide expulsar a Zidane y a un jugador del Villarreal. Esta escena me impresiono mucho ya que prácticamente un año después Zidane también fue expulsado por agresión al rival en los minutos finales del partido, y así fue como acabó su carrera.

    En la misma página Bromberger menciona que en los partidos de fútbol a veces se siente que estaban decididos desde un principio ya que el mejor no siempre gana, y Zidane comparte esta idea ya que poco antes del penal menciona que a veces entrando al partido sentía que todo estaba decidido. Cuando Zidane sale expulsado muchos aficionados se paran de pie para aplaudir, los mismos cuales silbaban al equipo una hora antes; esto deja claro que el fútbol es un deporte que genera sentimientos sumamente intensos y que cambian de manera muy frecuente. Bromberger menciona que el estadio es de los pocos lugares donde la gente puede sacar sus emociones de manera colectiva, y este partido en particular es un ejemplo inmejorable. El equipo comienza perdiendo, lo empata y lo remonta en los últimos minutos, tiene controversia, penaltis y expulsiones. Todas estas situaciones generan sentimientos colectivos sumamente intensos. Es importante notar que Bromberger menciona que el aficionado tiene muy claro que hay división dentro de los aficionados, ya sea por sección debido al precio del boleto o división debido al equipo que apoyan. Esto se puede ver cuando Juan Román Riquelme anota el penal del Villarreal y se escucha muy poca celebración de parte de los aficionados visitantes, que después se convierte en fuertes silbidos por parte de los aficionados locales.

    Bromberger resalta que el futbol es un juego colectivo, pero que se basa en individualidades. La película enseña esto de buena forma ya que muchas veces Zidane no tiene el balón o es el centro de atención, pero esto es algo muy importante ya que cada jugador tiene sus características particulares que contribuyen al éxito del equipo. En el minuto 69 Zidane hace un drible espectacular para quitarse al jugador rival y después pasa el balón y sigue con su misma seriedad.Por lo general no corre mucho, pero no es necesario ya que cuando tiene el balón sabe exactamente que hacer. No tiene que correr todo el tiempo ya que eso también es estrategia para no cansarse y poder ayudar al equipo cuando realmente es necesario. A pesar de que la película se enfoca en solamente un jugador nos podemos dar una idea de lo que sucede en el juego; cuando marcan penal es muy claro debido a los silbidos o a las reacciones de Zidane.

    En la pagina 311 Bromberger menciona que contrario a la religión, el fútbol no promete un futuro radiante. Esto es muy claro ya que cuando ves un partido de futbol prácticamente como aficionado siempre estas nervioso hasta que el arbitro pite el final, a pesar de que tu equipo este ganando y jugando mejor que el otro. Esto se refleja en la película ya que a pesar de darle la vuelta al partido Zidane se muestra sumamente serio y enfocado durante todo momento. La película se me hizo sumamente interesante debido a que enseña un lado del partido que no todos podemos ver. Bromberger menciona que los aficionados no siempre ven todos los aspectos del partido si no observan detenidamente, algo que me quedo claro al ver la película. A pesar de que los aficionados no se conocen prácticamente son hermanos por 90 minutos, mientras el futbolista es más solitario de lo que uno pensaría. Zidane es un buen jugador en enfocarse ya que es poco expresivo y serio, y durante la gran mayoría del partido se encuentra solo. La música le da un efecto a la película que resalta lo solitario que es Zidane durante los 90, pero también enseña a la afición en tomas aéreas para dar un buen contraste.

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    1. Tomas Cabo-Hervada

      Las escenas que pertienen a los árbitros son un testamento a la influencia que tienen. Es importante reconocer que los árbitros raramente aciertan en todas situaciones, y por lo tanto hay que aceptar que la injusticia de los árbitros es simplemente una parte del juego. En clase se menciono que a largo plazo, cualquier equipo va a tener unas llamadas en favor y unas en contra, efectivamente cancelando el efecto de los árbitros, aunque en un partido en particular, los efectos se sienten mucho mas, especialmente cuando la llamada es uno en contra del equipo apoyado.

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  6. Marco Vonderheide

    Viendo Zidane: A 21st-Century Portrait fue una experiencia completamente diferente para mí. Me encanta el fútbol, pero nunca he visto un partido en esta manera. Es increíble que tenían 17 cámaras diferentes enfocadas en Zidane durante todo el partido. Cuando nosotros vemos un partido de fútbol, principalmente lo vemos desde un ángulo específico. En esta documental, hay muchas cámaras que están al mismo nivel que Zidane y podemos ver sus expresiones y emociones. Esto nos da una nueva forma de analizar el deporte y todo lo que lo hace tan especial.

    Podemos hacer muchas conexiones entre esta película y el artículo de Bromberger. En su artículo, “Football as world-view and as ritual”, Bromberger explica algunos temas y características fundamentales del deporte y su cultura. En particular, habían unas líneas que me parecieron muy interesante en relación con la película sobre Zidane. En la página 297, dice, “But, of course, a football match gives you as much to watch as it does to think about, and this is because of the special place occupied by uncertainty and chance, due to the complicated techniques.” Me gustó esta idea porque enfatiza la importancia y profundidad del pensamiento en fútbol, y pensé que podíamos verlo claramente con Zidane. Habían muchos momentos donde podíamos ver su cara de cerca, y es obvio que está constantemente pensando sobre la próxima pase. Esto es algo que es más claro cuando estamos viendo el partido desde el perspectivo de un jugador.

    El enfoque de la película fue Zidane, pero también fue interesante cómo se incorporó la atmósfera del estadio. Los fans tienen un fuerte vínculo con sus clubes, y los de Real Madrid son unos de los más apasionados. En la página 302 del artículo, él dijo, “..watching public who can – or believe they can – influence and even change the denouement. During a match, the biased behaviour of the crowd is certainly a noisy affirmation of a specific identity, but it is also a condition of taking part in the excitement.” Unos de los mejores momentos de la película fueron cuando la narración de Zidane aparecería en la pantalla dando sus pensamientos sobre el fútbol. Él dice que puede oír cada cosa que está pasando en el estadio. Tiene un entendimiento tan profunda del juego y el estadio.

    Después de ver esta película, los momentos que voy a recordar son el silencio después del gol de Villarreal, la sonrisa de Zidane y los aplausos de los fans. Cuando hablamos de fútbol como ritual, a menudo estamos hablando de la intensidad de los fans o del pensamiento y emoción de los jugadores. Creo que estos aspectos son integrales al estudio de fútbol y van a ayudar nuestra interpretación del deporte.

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  7. Roey Vardi

    Se puede ver muchas de las ideas de Bromberger de su artículo “Football as world-view and as ritual” en el filme Zidane: A 21st-Century Portrait, dirigido por Phillipe Parreno y Douglas Gordon. En su artículo, Bromberger expresa una visión sobre qué puede representar el fútbol y discute varios elementos del deporte. Él menciona el papel del árbitro, quien tiene una influencia inmensa en el resultado de cualquier partido. Según Bromberger, el árbitro tiene un “devastatingly powerful role (Bromberger 297). Este papel devastador es muy presente en la película sobre Zidane. Al comienzo del partido, Zidane comete una falta, lo cual introduce la influencia del árbitro al público (11:20). En aquel momento, sin embargo, esta influencia es relativamente benigna. No obstante, al final del partido, el árbitro le enseña una tarjeta roja, acabando con la presencia de Zidane en el partido (1:24:47). De esta manera, el árbitro tiene más influencia que los jugadores sobre lo que va a suceder.

    Bromberger también habla de la importancia de la suerte en un partido de fútbol. Según él, “merit alone is not always enough to get ahead” (Bromberger 297). No es suficiente ser un jugador excelente, hay que tener suerte, sea una decisión del árbitro o un rebote de la pelota. Bromberger añade que “the line is a narrow one between making a name for themselves, or being considered a nobody (Bromberger 309). Esta idea es muy prevalente en el filme, donde podemos ver a Zidane todo el rato. Vemos que la gran mayoría de sus acciones no llevan a un gol; son fútiles. Hubo un momento en el cual Zidane tiró al arco, pero otro jugador la desvió, casi por casualidad (6:08). En aquel momento, Zidane no recibió la suerte que muchas veces se necesita para tener éxito en el fútbol. Un golpe puede resultar en un gol fantástico o algo poco memorable. La línea que separa la fama de la oscuridad es muy fina. Este punto es enfatizado otra vez al final del filme, cuando dice que “magic is sometimes very close to nothing at all” (1:25:22).

    Finalmente, Bromberger discute las divisiones que existen entre el público en el estadio. Él muestra que, en realidad, no son un grupo cohesivo que olvida sus diferencias y se abraza felizmente. De hecho, el propio estadio revela o enfatiza las divisiones. Grupos de aficionados “are sectioned off from each other” separados en unos casos por clase o por nivel de entusiasmo, de alguna manera (295). A lo largo del filme, se puede oír los aficionados y ver muchos de ellos. En un plano, hay una vista de todo el estadio en el cual se puede ver claramente las secciones distintas, lo cual evoca la idea de Bromberger de un gran grupo compartimentado de aficionados (55:37). En estas maneras, el artículo de Bromberger parece muy relacionado al filme de Parreno y Gordon.

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    1. Tomas Cabo-Hervada

      Roey, su comentario sobre la insuficiencia del mérito me recuerda del gol famoso de Maradona, en el que mete gol con la “mano de dios.” En el futbol, uno tiene que aceptar que la suerte juega un rol importante, y que hay instancias en que el juego no es limpio, por ejemplo cuando una falta queda impune por falta de atención del árbitro, o un balón que le da al poste en vez de entrar en la portería. En el caso de Maradona, al reconocer que no era lo suficientemente alto para llegar al balón, hizo algo para compensar para la falta de mérito, algo que, aunque fue ilegal, fue legendario.

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  8. Sarah Beckmen

    La combinación de leer “Football as world-view and as ritual” y mirar “Zidane: A 21st Century Portrait” fue muy interesante para obtener una perspectiva diferente sobre fútbol. Las obras demuestran la importancia de ambas partes cruciales de un partido – los fanáticos y los jugadores. El artículo de Bromberger enfoca en la percepción de fútbol alrededor del mundo mientras la película solo sigue como las acciones de un jugador, Zidane, dicta la dinámica del partido.

    En su artículo, Bromberger dice que fútbol es una pasión planetario y parte de la cultura mundial. Fútbol es importante a casi toda la gente alrededor del mundo aunque ellos tienen personalidades muy variadas. El deporte anestesia las diferencias individuales y se sustituyen por las emociones colectivas que puede oír en el fondo del documentario sobre Zidane. Los rituales de los fanáticos antes y durante de un partido son similares a la devoción religiosa. Para ellos, el fútbol es sagrado. Esta devoción al partido es importante a cada individuo, pero también es importante a la identidad nacional de cualquier país que está jugando. Usando el ejemplo de Zidane, él definió al fútbol en Francia por muchos años, empezando con la Copa Mundial en 1998. Aunque hay mucho odio para los extranjeros en Francia, él (y el resto del equipo de fútbol) le ayudó a la gente francesa para vencer estas diferencias. En la película, podemos mirar lo mismo con el papel de Zidane jugando por Real Madrid.

    Había un contraste grande entre la experiencia de los fanáticos en el artículo y lo que vimos con Zidane en el documentario. Por la mayoría del documentario, solo vimos Zidane. Él no tuvo emociones y no responde a los fanáticos. Fue interesante ver como los jugadores responden a la “audiencia” de Aunque él tiene una cara estoica durante la película, podemos ver sus propios rituales a través de sus pensamientos. Hay una dicotomía entre los fanáticos y los jugadores durante los partidos, y esta dicotomía fue exagerada por los rituales diferentes de los diferentes grupos. En conclusión, los rituales son importantes a los fanáticos y los jugadores por razones diferentes, pero estos rituales han dado forma a como vemos el partido de fútbol alrededor del mundo. Sin estos rituales, no había este “world-view” que Bromberger explica y que podemos ver en la película.

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  9. Belanie Nagiel

    En su artículo, “Football as a world-view and as ritual”, Bromberger explica que el fútbol puede ser evaluado como ritual. Bromberger menciona que los rituales en fútbol pueden ser definidos por sus características. La característica que más me llamó la atención fue que el objetivo de los rituales es para acordarse de la importancia del grupo en contraste con la importancia de un jugador en particular. En clase, discutimos la idea que el fútbol es un deporte que depende en el jugador más débil. Los jugadores muy buenos no pueden estar participando activamente en el juego todo el tiempo y por eso, los otros jugadores también necesitan poder jugar bien. El fútbol requiere la ayuda de los otros jugadores y crea un sentido de comunidad entre los jugadores y también entre los jugadores y los espectadores. Si hay un jugador muy bueno pero el resto del equipo no es bueno, no importa que haya este jugador estupendo. Un jugador no puede ganar el partido solo, necesita a los otros jugadores para ser exitoso. Bromberger explica que “individual destinies are ordered according to collective rules” y esto causa que jugadores tengan que tomar turnos en ser el centro de la atención del juego. Hay reglas en el juego de fútbol que causa que sea un deporte que depende en el jugador más débil, y esto causa que el destino de un jugador como parte de equipo ganador o perdedor depende de todos los jugadores. Es un esfuerzo del grupo entero ganar el juego y esto también se extiende a los espectadores, porque ellos pueden apoyar al equipo y ser parte del esfuerzo colectivo. Ellos solamente pueden estar allí y aplaudir, pero este apoyo puede ayudar a los jugadores a ser más confidentes y también mejores. La importancia del equipo en contraste con un jugador en particular se puede ver claramente en la película Zidane: A 21st-Century Portrait, porque la película sigue solamente a un jugador. Zidane siempre es el centro de atención, aunque hay momentos que no está haciendo nada productivo para el juego. Sin embargo, estos momentos son importantes para el éxito del equipo. Cuando los jugadores están caminando en la cancha, ellos están preservando su energía para los momentos que sí importan. Estrategias como esta son parte de las reglas de jugar como equipo porque un jugador tiene que decidir cómo hacerse lo más ventajoso que pueda. Esto también incluye a los espectadores, quienes pueden cambiar la atmósfera del juego. En la película, hay subtítulos que explican que los jugadores pueden “hear and feel the presence of the crowd” y que los jugadores en cualquier momento pueden decidir lo que oyen del público. Cuando están jugando mal pueden oír las críticas del público y cuando están jugando bien escuchan el aplauso. Los espectadores, como cualquier otro jugador, tienen que apoyar al equipo y no ser una parte débil en el partido. El resultado del juego es la suma de cada integrante del equipo, no importa si son jugadores o no. Los equipos con un grupo de jugadores de alto nivel y con espectadores muy entusiasmados siempre tendrá la ventaja, porque la suma de sus partes es superior. El equipo no estará contando con un jugador para ganar el juego.

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  10. Diego Elmufdi

    En su articulo “Football as world-view and as ritual”, Christian Bromberger se enfoca en los aspectos colectivos de un partido de fútbol. Bromberger explora principalmente como un grupo de personas (los fans) son influenciados y al mismo tiempo influencian el partido con el fin de entender la fuente de la pasión que es compartida en todo el estadio. Por el otro lado, la película “Zidane: a 21st Century Portrait” se aleja de lo cotidiano y en vez se centraliza en las acciones de un solo jugador durante todo un partido. La película ofrece una perspectiva única que nos permite apreciar el rol de Zinedine Zidane durante el partido y las emociones que invoca el partido en si mismo.

    Aunque el articulo y la película se enfocan en temas opuestos, podemos en varias ocasiones distinguir eventos durante la película que causan reacciones mencionadas en el texto de Bromberger. Una de las cosas que mas me impacto durante la película fue la seriedad que mantuvo Zidane durante todo el partido. Con la excepción de una sonrisa en el minuto 81 de la película, Zidane mantiene una cara fúnebre que ejemplifica su respeto ante el futbol. Como menciona Bromberger, “It is also possible to suggest that a football match is akin to a sacred ceremony.” los fans y los jugadores mantienen un respeto rotundo al punto de tratarlo como un evento religioso. No podemos olvidar también que el futbol es una profesión para estos jugadores y al contrario de un juego casual de un domingo, los jugadores no tienen el privilegio de cometer un error.

    Aparte de la perspectiva singular que ofrece la película, los directores también nos ofrecen un vislumbre de las emociones que comparten los espectadores en las gradas. En su articulo, cuando Bromberger menciona que “A football stadium is one of those rare spaces where collective emotions are unleashed” Bromberger resalta la conexión que existe entre cada persona que esta viendo el juego. Este fenómeno se puede ver con claridad durante la película en ocasiones como en los minutos 34 y 38 cuando se escucha un “ooh” unánime desde las gradas luego de un intento fallido para anotar un gol o cuando al final del partido los fans comparten un sentido de angustia al ver que Zidane es expulsado al final del partido.

    Otro pequeño detalle que me gustaría mencionar es la idea propuesta por Bomberger que “football holds out no promise of a radiant future”. Aquí Bromberger se refiere a que el futbol es un juego de azar y que todo puede pasar. Esto es evidente en la película ya que la expresión de seriedad en Zidane y su constante estado de alerta, aun cuando el Real Madrid tiene la ventaja, dan luz a que en cualquier momento su ventaja puede ser arrebatada.

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    1. Lola Sanchez-Carrion

      Diego, me gustó como mencionaste que ese sentido de incertidumbre del fútbol se manifiesta en la película a través de las expresiones de Zidane. No me había puesto a pensar en eso y es verdad que a través de sus acciones (y sus reacciones hacia lo que está sucediendo en la cancha) vemos mucho del partido sin realmente “verlo”. Estoy de acuerdo con este aspecto del fútbol como un deporte que no cumple ninguna “promesa del futuro” porque hay mucho que sucede en el partido que no podemos predecir. Muchas veces como espectadores le ponemos mucha presión a los jugadores y directores técnicos de hacer el trabajo exactamente como nosotros queremos, pero nos olvidamos de todas las cosas que pasan durante el partido que uno no puede controlar. Creo que esto es algo que hace que el fútbol sea tan interesante y dinámico. Hay mucho que no se sabe al entrar a la cancha, y eso nos mantiene atentos, alertos y constantemente sorprendidos.

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  11. Marco Gonzalez Blancas

    Muchos de los aspectos del fútbol mencionados en el artículo, “Football as world-view and as ritual” por Christian Bromberger, son reflejados en el filme Zidane: A 21st Century Portrait. Por ejemplo, Bromberger habla acerca del papel importante que juegan las decisiones arbitrales y la casualidad en un partido de fútbol. En la página 297 del artículo, Bromberger nos dice que “one must also not forget the devastatingly powerful role of the referee, who must immediately penalize offences which are often difficult for the spectators to see clearly.” Podemos ver la importancia del árbitro en el filme, especialmente cuando el arbitro concede un penalti en contra del Real Madrid en el minuto 31 de la cinta. Esta decisión fue vista como injusta por los fanáticos del Real Madrid, basado en la reacción que tuvieron. Al igual, como podemos apreciar minutos antes de que el partido sea reanudado, Zidane tampoco esta de acuerdo con la decisión del árbitro y le reclama diciendo, “que vergüenza, que vergüenza.” Así como Bromberger menciona que “the spectre of chance, which is rarely conceptualized as probability, and from which emerges a sense of destiny, hangs over these sporting encounters, reminding us with brutal honesty that merit alone is not always enough to get ahead” en la página 297, podemos ver en el filme que Zidane también piensa de la misma manera. Esto lo podemos ver por medio de una de las citas incluida en el minuto 30 de la cinta en la cual Zidane dice, “sometimes when you arrive in the stadium, you feel that everything has already been decided.”
    Bromberger menciona en la página 307 del artículo que “the ‘faithful’ express their excitement, punctuating the actions on the pitch with words, chants, and gestures, all of them codified.” Aunque el filme sigue personalmente a Zidane durante los 90 minutos del partido, podemos ver y escuchar las reacciones de los aficionados en las gradas. Durante el filme entero, el televidente puede escuchar los diferentes canticos y porras de la afición. De hecho, cuando un jugador del Villarreal cometía una falta, se podían escuchar insultos desde las gradas hacia el jugador involucrado. Este aspecto del fútbol es mencionado en la página 302 del artículo cuando Bromberger dice, “a football stadium is one of those rares spaces where collective emotions are unleashed […], where socially taboo values are allowed to be expressed (the crude affirmation of one’s dislike of the Other etc.).” Visualmente, también pudimos disfrutar de la reacción de los aficionados cuando la cámara hacia una toma a la distancia. Por ejemplo, en una ocasión, vimos a los aficionados alzar las manos y aplaudir alentando al equipo en el fondo. De la misma manera, alrededor del minuto 53 del filme, vimos a los aficionados levantarse de sus asientos con emoción y luego sentarse de nuevo en decepción después de que el equipo fallará un intento de gol.
    Por último, en la página 300, Bromberger menciona en su articulo que “one may be in danger of seeing the tree and not the woods, and thereby fail to see the special quality of the stadium as a whole, that is, not only as the site of a spectacle (the match), but also as a spectacle itself (the behaviour of the crowd).” Al ver el filme, me di cuenta de que los directores y editores de la cinta estaban conscientes de esto ya que, como fue mencionado anteriormente, algunas tomas eran tomadas desde la distancia para incluir a los fanáticos en las gradas. Esta percepción del estadio como uno solo también fue lograda en el filme por medio de las tomas desde el aire, como en el minuto 55, en las cuales se podía apreciar tanto el terreno de juego como la afición. Es increíble como el televidente puede hacerse una imagen en su cabeza sobre los acontecimientos del partido basado en el sonido y las pocas imágenes que el filme muestra de los aficionados. Por ejemplo, aunque la cámara estaba enfocada en Zidane y no en la jugada, en el momento en el que el penalti fue concedido en contra del Real Madrid, el televidente supo que algo decisivo había pasado debido a la reacción audible de los aficionados. Durante todo el partido, se puede escuchar los canticos, porras e insultos en unidad. Esta unidad convierte al estadio en uno solo, reflejando esa “communion of minds” mencionada por Bromberger en la pagina 308 del artículo. Por lo tanto, aunque el filme se enfoca en Zidane, es imposible escapar los otros componentes del partido de fútbol, lo cual refleja esa similitud con un ritual que el articulo de Bromberger hace.

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  12. David Latoni Morales

    La película Zidane intenta romper con la visión clásica omnipresente que tienen los espectadores al ver un juego de fútbol. Gordon y Parreno logran esto al enfocar sus cámaras únicamente en el jugador Zidane durante la trayectoria del juego. Esto resulta en una perspectiva única, en la que “espectáculo” deja de ser la acción del balón para convertirse en las acciones de un solo jugador. Una de las cosas que la película revela es que el fútbol es un deporte con una “compleja interdependencia entre destinos individuales y colectivos en el camino a la victoria” (Bromberger). Nos damos cuenta de esto al observar que en la mayoría del tiempo del partido, Zidane no toca la bola. Él simplemente observa y espera a que le toque su momento de atacar hacia la portería. Sin un buen pase o un equipo que lo apoye en todo momento, sería muy poco lo que Zidane podría hacer.

    Como espectadores, nuestra inversión emocional en un partido nos conlleva a reflexionar profundamente sobre el juego. Nos ponemos a analizar las jugadas y las decisiones tomadas por el árbitro. Como dijo Bromberger: “un partido se abre así mismo a un debate de proporciones teátricas en cuánto a las validez y la arbitrariedad de un sistema de justicia imperfecto.” El poder de omnipresencia que le otorgan las gradas al espectador se elimina en el filme y nuestra inversión emocional recae solamente en las expresiones de Zidane. Claro está, esto nos limita a gran escala nuestra habilidad de juzgar las acciones de los jugadores en el juego. Por ejemplo, cuando le cantan tarjeta roja a Zidane al final del partido (1:24:46), no se nos hace tan fácil entender el contexto completo de lo que realmente sucedió. Simplemente, son sentimos empáticos con Zidane porque nos revela su lado emocional y humano como jugador.

    Una última cosa que me gustaría mencionar, fue la compostura sobria que tuvo Zidane durante casi todo el partido. Con excepción de una sonrisa en 1:21:27, el estado emocional de Zidane se deja entender solamente por algunas frases esparcidas a lo largo de la película o por las acciones de los fanáticos. Quizás podamos decir que el punto de unión entre los fanáticos y Zidane es que ambos están sintiendo las mismas emociones pero el rol de Zidane es jugar y el de los fanáticos es ser expresivos. Es decir, las diferentes experiencias de los espectadores y los jugadores en un partido de fútbol son dos caras de la misma moneda que forman los pilares de un solo ritual. Como dijo Bromberger: “un estadio de fútbol es uno de esos pocos lugares en donde nuestras emociones colectivas son liberadas y en donde se permite expresar aquellos valores que son considerados tabúes sociales.”

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    1. Lola Sanchez-Carrion

      David, me gustó mucho cómo explicas la compostura de Zidane como un rol que debe cumplir como representante de no solo el equipo, pero sino también de la hincha entera. Esa compostura, creo yo, también debe hasta cierto punto ser representada a través de los mismos fans. Tu reflexión me hizo acordar de cómo la “liberación de emociones colectivas” de la que habla Bromberger puede llegar a estorbar y arruinar el juego. En Perú, han habido hinchas que por ponerse muy violentos, se han tenido que cancelar partidos. A pesar de que los fans y los jugadores cumplen distintos roles dentro del ritual del fútbol, los fanes tienen una responsabilidad de celebrar el partido pero también de mantener el orden. ¿Hasta que punto es aceptable expresar esos “valores que son considerados tabúes sociales” en el mundo del fútbol? No se cual sería la respuesta pero tu reflexión me dejó pensando en eso.

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