El narcotráfico ha sido una parte oscura de la historia de los países latinoamericanos, en que los narcotraficantes han tomado el poder de los países, influyendo la política, la economía, y las comunidades también. Sin dudas, en los países latinoamericanos, el fútbol es parte de la vida indispensable, ocupando casi todos los aspectos de las sociedades y influyendo el bienestar de todo. Para estas naciones, el fútbol es una manera de vivir, en que aprenden como jugador desde cuando pueden caminar y desarrollan una pasión que surge y sobrevive por la vida. Como hemos aprendido, la pasión que viene desde el fútbol tiene el poder para causar tragedias en la comunidad y enfadar poblaciones latinas. Por ejemplo, en el mundial de 1994, Andres Escobar, quien marcó un autogol para derrotar a la oportunidad de Columbia para avanzar contra los estados unidos, fue matado violentamente en una tragedia bien sabido. Este tipo de cosa ocurre raramente, pero muestra la pasión y energía del país para ganar, pues cuando no ocurrió, se enfadaban con rabia y lo mataron como el culpable para el derrota de Columbia a las manos de los estados unidos. La novela, Autogol, describe los eventos que precipitaba su muerte, explicando que importante una victoria hubiera sido para Columbia. Habla de como los colombianos pusieron su dinero en el equipo de fútbol, anticipando que iba a ganar, y después, perdieron más del partido, perdieron su dinero.
Además, la historia de Pablo Escobar se ha manifestado por casi todo el mundo, en un cuento de poder total en que ocupaba la economía y la política también. Escobar nació en un barrio de Columbia con poco dinero y después creció para enfocarse en las drogas. Después de unos cortos años, Escobar empezaba a ganar muchísimo dinero que usaba para controlar el mundo politico del país. Pagó casi todas las personas con poder en Columbia para que pueda continuar su narcotráfico, creciendo en una operación demasiada grande para ser derrotada dentro Columbia. Como explica la película Los Dos Escobar, Escobar usaba su dinero para obtener equipos de fútbol colombianos, pagando por los mejores jugadores del país, muchos de quienes venían de poco dinero en los barrios como Escobar. Como explica Goldblatt en The Game Of Our Lives, “the game has continued to prosper and pay a small number of remarkably high salaries…money shapes the game”, hablando del papel que juega el dinero en el fútbol (2). Escobar veía al fútbol como una oportunidad para invertir a su dinero, mientras dando apoya a las comunidades pobres de Columbia. Construía campos en los barrios y daba dinero a los hospitales y escuelas, tratando de hacer una diferencia con su dinero, pero siempre so enfocaba en el fútbol como una manera de proteger y divertirse con su dinero.
David Gill
