La historia de Andrés Escobar es muy trágica por los Colombianos y los fanáticos del fútbol de todo el mundo. La muerte de Escobar fue el punto culminante de tensiones y caos que había levantado en Colombia por mucho tiempo. La conexión entre el fútbol y la política era inseparable, y en un país controlado por los narcotraficantes, el fútbol ofreció la oportunidad de mejorar la imagen mundial de Colombia. Desafortunadamente, la selección de Colombia no pudo capturar esa oportunidad.
Expectativas eran altas para la selección colombiana en 1994. En Autogol, el narrador describe como “los grandes comentaristas del mundo se vieron forzados a declararla la gran candidata para ganar el torneo más importante del planeta” (70). Y según el mismo narrador, el mejor futbolista del mundo (Pelé) había dicho que “Colombia es mi favorita para llevarse la copa” (70). La selección nacional dio esperanza a la gente de Colombia, porque en el momento su país estaba en apuros. En Los Dos Escobars, podemos ver el reinado del terror de Pablo Escobar. Aunque Pablo era gran fanático de fútbol y ayudaba a mucha gente pobre, el orquestaba ataques terroristas y mantenía una cultura de violencia y muerte. La gente vivía en terror, y las guerras de drogas despedazaba el país. El gobierno de Colombia esperaba que el éxito de la selección en el Mundial podría unirse la gente del país y demostrar al resto del mundo que Colombia no es un país de destrucción y corrupción. En este sentido, Andrés Escobar y la selección era una fuerza política.
Pero es importante recordar que el narcotráfico afecta el talento de fútbol en Colombia. En la película, Francisco Maturana, el técnico de la selección, dice que “el narcotráfico toca todo, es un pulpo” (36:50). Pablo tenía mucha influencia en el fútbol profesional de Colombia, porque daba mucho dinero a Atlético Nacional y amenazaba violencia a alguien que impide al éxito a su equipo. El dinero de las drogas llevaba futbolistas muy talentosos a Colombia, y contribuyó al aumento de fútbol en ese tiempo. A Pablo le gustan mucho los jugadores de la selección, y él invitó a ellos a su casa para ir de fiesta y jugar. Algunos dicen que si Pablo estuviera vivo, Andrés no sería asesinado (1:32:40).
Desde la muerte de los dos Escobars y la captura de algunos narcotraficantes, el éxito de fútbol colombiano ha sufrido. Colombia no ha clasificado para el Mundial desde 1994, y las ligas profesionales de Colombia sufren de una falta de dinero. En otro lado, la tasa de asesinato es muy bajo (1:39:00). El triangulo entre el fútbol, el narcotráfico, y la política en Colombia es muy complicado. El narcotráfico ayudó llevar jugadores buenos a Colombia, y en este sentido dio esperanza al gobierno y a la gente sobre la posibilidad de ganar el Mundial. Pero al mismo tiempo, el narcotráfico creaba un clima sombrío, y destruyó la esperanza de la gente para un país tranquilo.
